La pasada semana, tuvo lugar en Venta de Baños (Palencia) un
incidente en un instituto relacionado con una charla sobre homosexualidad, a la
que un nutrido grupo de alumnos se negó a asistir, que culminó con dos jóvenes
sancionados tras intentar “boicotear” dicha charla.
Por parte del instituto, se han esgrimido como argumentos el
art. 14 de la CE, y que se trató de una charla “blanca”, “light”.
El citado art. 14 de la Constitución sólo contempla la
igualdad de todos los españoles ante la ley, lo cual es absolutamente incierto
como podemos ver en la Ley de violencia de género, que aniquila la presunción
de inocencia de los hombres. Pero al margen de ésto, es un sinsentido jurídico
aducir dicho artículo para justificar una charla de este tipo, que lo que busca
realmente es adoctrinar a los jóvenes en la ideología de género.
Independientemente de que el centro educativo tenga derecho a impartir estas
charlas, lo cual es discutible, en lo que no cabe discusión es en el derecho
que asiste a los alumnos a no recibir dicha charla, o a sus padres a impedir
que la reciban.
Y ya puestos a esgrimir artículos de la Constitución, el art.
27.3 establece que “los poderes públicos garantizan el derecho que asiste a los
padres para que sus hijos reciban la formación religiosa y moral que esté de acuerdo con sus propias
convicciones”.
Recientemente, la alcaldesa de Getafe ha repartido entre
niñas de Educación Primaria una guía en la que las invita a “apagar la tele y
encender su clítoris”. Dicha guía incluye ofensas a la Virgen María, por si
alguien duda del trasfondo anticlerical de todo este repugnante movimiento.
Y es que, no nos engañemos, lo que subyace detrás de este
tipo de incidentes, cada vez más habituales, es el ataque brutal de uno de los
brazos más poderosos de la izquierda mundialista, el llamado lobby LGTBI, y el
intento de arrebatar a los padres a sus propios hijos, como ya han amenazado en
más de una ocasión desde las izquierdas.
Estamos asistiendo a las primeras escaramuzas de lo que va a
ser una de las batallas más importantes para el futuro, no ya de España, sino
de la humanidad, cuya hoja de ruta viene claramente trazada en la Agenda 2030,
auténtica ventana al feo y distópico futuro que nos espera.
Unidas Podemos, ese partido ultra izquierdista,
guerracivilista y comunista que tanto daño ha causado a la sociedad española,
lleva en su programa la creación de una asignatura troncal “afectivo-sexual”.
Pretenden que sea tan importante como lo son las matemáticas o la lengua. Y por
supuesto, quieren evitar a toda costa la objeción parental, es decir, que en
ningún caso los padres podamos oponernos al lavado de cerebro al que quieren
someter a nuestros hijos.
En todos estos casos, las charlas son impartidas por
auténticos activistas políticos, comisarios del NOM, cuya misión principal es
adoctrinar a los niños en una etapa de sus vidas en la que son absolutamente
dóciles e inocentes. El daño, e incluso el trauma que provoca toda esta basura
aberrosexualista e ideológica que pretenden volcar en sus inocentes mentes es
irreparable en muchos casos, que es precisamente lo que se busca.
Amparándose en la libertad de educación y mediante técnicas
de ingeniería social, pretenden que nuestros hijos pierdan sus señas de
identidad, adoctrinándolos para crear una sociedad de imbéciles, siervos ovejunos
y cada vez más mermados, algo imprescindible para lograr los objetivos marcados
en la ya citada Agenda 2030, que busca individuos iletrados, sin principios ni
valores, para los que todo vale, que presumirán de abortos y de perros como
sustitutivos de los hijos, y que “eutanasiarán” a sus padres y abuelos sin el
menor remordimiento, porque lo harán por su bien.
¿Qué obstáculos encuentran nuestros gobernantes (incluyendo
al Partido Popular) para alcanzar sus objetivos?
En primer lugar, la oposición de algunos padres. Si bien es
cierto que muchos prefieren mirar hacia otro lado, por miedo a ser llamados
“fachas” u “homófobos” por los estúpidos siervos del sistema, no es menos
cierto que muchos otros estamos haciendo frente a esta amenaza, al margen de
esa sociedad borreguil y obediente, mediante la defensa de la familia,
entendiendo por tal la unión de un hombre y una mujer, los cuales se deben
fidelidad, siendo los hijos la encarnación del amor, y por lo tanto, santuario
de la vida. No nos sorprende que nuestros gobernantes y la izquierda
mundialista pretendan acabar con la familia, dados los valores que encarna.
El segundo gran obstáculo con el que se encuentran es la
doctrina tradicional de la Iglesia Católica, principal defensora de la familia.
Hemos sido testigos de la retirada de los Crucifijos de las aulas, y seguimos
viendo cómo pretenden derribar cualquier Cruz, amenazando incluso a la Santa
Cruz del Valle de los Caídos, la mayor Cruz del mundo y auténtico monumento a
la reconciliación de los españoles. ¿No resulta extraña esta obsesión por
derribar Cruces?
El ataque es de tal magnitud, que ha llevado al Santo Padre
Francisco, Papa favorito de las izquierdas, anticlericales y demás fauna, a
recordar que la Iglesia, en ningún caso, puede bendecir las uniones de personas
del mismo sexo.
Por nuestra parte, desde la Asociación Cultural
Tradicionalista Fernando III el Santo, animamos a la resistencia, a la
contrarrevolución y a la disidencia frente a este vomitivo movimiento, que en algunos
casos es incluso constitutivo de delito. Y nos alegramos enormemente de que aún
haya jóvenes que tengan su propio criterio al respecto, y se nieguen a ser
instruidos en esta aberrante ideología que pretende someternos y ponernos de
rodillas.
Sólo nos arrodillaremos ante Dios.
¡Quitad vuestras manos de nuestros hijos, canallas!
“Ay de aquél que
escandalizara a uno de estos pequeñitos que creen en mi, mejor le fuera si se
le atase una piedra de molino al cuello, y se le arrojase al mar” (Marcos, 9, 42)
Loyola
A.C.T. Fernando III el Santo
1 comentario:
Si el cristianismo pacta con el mundo en lugar de iluminarlo, los cristianos no son fieles a la esencia de su fe. Cardenal Robert Sarah, "Se hace tarde y anochece" Ed. Palabra
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