Estatua de San Fernando en Nájera (La Rioja) |
Pocos serán los españoles que hoy en día recuerden tan grande efeméride, pero se da por hecho, tanto por tradición popular como por los escasos documentos que hasta hoy nos han llegado, que la reina madre Doña Berenguela, el obispo Don Mauricio de Burgos y el señor de Vizcaya Don Lope Díaz II de Haro asistieron a la coronación del Santo Rey en Nájera el primer día de mayo del año del Señor de 1218.
Fernando III había sido ya reconocido como rey de Castilla por dos veces. La primera, la proclamación en la localidad palentina de Autillo de Campos, todavía con el cuerpo del rey niño Enrique II sin recibir cristiana sepultura, y aún en poder de los belicosos condes de Lara, el catorce de junio de 1217. La segunda, en Valladolid, el 2 de julio de 1217, donde recibió el apoyo de las “Cortes Castellanas”, pero todavía con la viva amenaza de la guerra civil en Castilla. Más esta tercera coronación se creía necesaria en el ánimo de formalizar y fortalecer el triunfo de San Fernando ya en una Castilla pacificada.
Hoy día, la localidad riojana de Nájera mantiene vivo el recuerdo de tan gran acontecimiento cada primero de mayo, conmemorando con una representación histórica la coronación, en el paseo de San Julián, lugar aproximado donde se produjo el regio acontecimiento, y en el que todavía se pueden contemplar dos monumentos que atestiguan su importancia histórica. El monumento más antiguo data del año 1843, y recuerda que Fernando III fue el tercer rey coronado en Nájera. Mientras que el segundo monumento, es una estatua de San Fernando colocada a mediados del siglo XX, y en cuya placa se recuerda su coronación en dicho lugar.
Otro hecho reflejado en las viejas actas eclesiales, y que confirma la presencia de Doña Berenguela, Fernando III y el obispo Don Mauricio en tierras riojanas en dichas fechas, es la visita que hicieron a la pequeña villa de Valgañón atraídos por la noticia de la aparición de la Virgen a una joven pastora llamada Inés, en un lugar cercano conocido como la Dehesa de Tresfuentes. Allí, decidieron construir un templo, y el propio rey colocó la primera piedra de la futura Iglesia de “Nuestra Señora de Tresfuentes”. El 24 de noviembre de 1224, el obispo Don Mauricio volvió al lugar para consagrar el templo. En la fachada sur del templo se recuerda el momento con una inscripción que dice así: "CONSECRATA EST ECCLESIA EPI BURGUENSIS MAURICI DEI VII. MENSIS NOMBRIS ANNO CHRISTO MCCXXIIII".
Luis Carlón Sjovall
A.C.T. Fernando III el Santo