Todos los
años, mi señora madre, que tiene 96 envidiables años y es nieta, biznieta y
tataranieta de guerrilleras contra la francesada y de combatientes contra la masonada y liberalada me recuerda que la fiesta del gran príncipe
de la milicia Celestial y arcángel es también el inicio del año tradicionalista.
Tradicionalmente,
el año natural, en nuestras latitudes europeas, comienza en San Miguel
Arcángel, santo patrón de las Vascongadas y Navarra, 29 de septiembre, con su
conocido veranillo y, como el año agrícola, comienza con la sementera. En
su origen confluyen muchos aspectos ecológicos e hidrológicos. Los pastos
reverdecen en la Sanmiguelada. Es el brote de la hierba tras las tormentas y
nuevas lluvias. Los pastores y zagales, festivamente, abandonaban las altas sierras
cantábricas, pirenaicas y segovianas en trashumancia a las meridionales tierras
extremeñas y bardeneras de la Ribera. Curiosamente, esta movilización coincidía
con la aparición en los pastos altos norteños de la hojas tóxicas del bonito quitameriendas
o merendera, también llamado churgui
y mugui en Navarra y la Rioja, flor típica española que alfombra los
pastos altos y cañadas por estas fechas .
De este modo, el día de San Miguel, los ganados ya debían abandonar los pastos
del norte. La cebolleta es comestible en pequeñas cantidades, y así la buscaban
los niños al salir de la escuela, pero la pequeña hoja tóxica no puede ser
consumida.
En los
montes, por estas fechas, asoman también unos suculentos hongos, los onddoac o migueles (Boletus edulis). Coincide con la retirada de los ganados
trashumantes, permitiendo así su recolección, ya que los ganados consumen
también con fruición estos hongos. Podríamos hablar, por tanto, de un inicio
del año micológico coincidiendo con San Miguel.
También termina
por San Miguel la recolección y cosecha de diversos frutos y eso es un verdadero
fin de año agroclimático. Los estudiantes, que habían ayudado a sus familias en
el campo, podían retornar a los estudios. Por todo ello, alrededor de esta gran
festividad, se celebra el inicio del curso académico. Los anglosajones siguen utilizando
el término Michaelmas (literalmente “Misa
de San Miguel”) pues las antiguas universidades, como las de Oxford y Cambridge
y, en su día, la de Palencia y la de Salamanca, celebran el comienzo de curso
con este gran festejo y escuchan el precioso y ancestral himno Veni Creator. Las implicaciones de la
fiesta trascendían lo académico, ya que en muchos ámbitos se iniciaban
contratos: tanto de los profesores, ayudantes, vigilantes y bedeles como de los
trabajadores de todo tipo.
La fiesta de
Michaelmas, en el ámbito céltico y
occidental, marcó el final y el comienzo del año del labrador y el ganadero.
George C. Homans, sociólogo americano, comenta: "Para esa fecha la cosecha
había terminado, y los administradores de las tierras, señoríos y comunidades
realizaban las cuentas del año”, algo que continúa hasta la actualidad en
muchas asociaciones, juntas, cofradías y cooperativas.
En el
costumbrario ancestral y tradicional europeo, y que aún mantienen con orgullo algunas
localidades galesas, gasconas, corsas y extremeñas, los felices cochinillos y cerdos
de campo entran en esta misma fecha con alborozo en los robledales y encinares acotados
a la montanera, con las ansiadas primeras cosechas de bellotas migueleñas, así
como de majuelas o abillurris, maguillas o sagarminac, moras, endrinas, abruños
y pacharanes, piruétanos, mostajas y muchos frutos más, que son vareadas por
los porqueros.
Desde el
punto de vista hidrológico, con el veranillo de San Miguel acaba el periodo de
sequía y calor y comienza la temporada de lluvias y frescor: realmente hay un
antes y un después. La vegetación en muchos lugares inicia también un nuevo
curso.
El día de San
Miguel Arcángel, en toda Europa comienza tradicional y legalmente el año cervecero.
Era una fecha muy señalada para iniciar el despacho y degustación popular de
esta bebida a menor precio, acompañada de salchichas, pernil y otros productos
típicos porcinos. El mismo día del Santo Arcángel se abre públicamente y con
gran euforia popular el primer barril de cerveza, que se degustaba por litros
hasta el vaciado final. El nombre comercial de una conocida marca de cerveza en
España no es ajeno a esto. Es el origen de la actual, aunque desangelada (y
nunca mejor dicho), Oktoberfest, que
se ha popularizado mundialmente a gran escala y a la celebración de muchas
ferias agrícolas.
En toda
Europa, la festividad de San Miguel fue
término y plazo de negocio jurídico, por lo que los contratos anuales se
hacían de San Miguel a San Miguel. En esa fecha se inauguraban muchas y grandes ferias de ganado, algunas de remota y
al menos, medieval raigambre, como la equina de Pamplona o la riojana de Nájera
o extremeña de Zafra. Hay una sorprendente multitud de documentos, fueros,
ordenanzas tradicionales y textos que lo avalan.
La
solemnidad de San Miguel Arcángel, príncipe de la milicia celestial, se ha
celebrado siempre por todo lo alto, pues es un santo ángel protector ya
venerado desde la antigüedad por los antiguos judíos y también por todos los
cristianos de Occidente y Oriente. De hecho, aparece en el Antiguo Testamento,
además del Nuevo. Durante siglos fue fiesta solemne y de guardar y entre toda la
población se celebró siempre con gran devoción y alegría, acompañada al efecto de
multitud de novenas y canciones, pero también de licores, dulces y platos, cuya
popularidad ha llegado a nuestros días.
Ya en el
siglo V, hay documentos en Roma en los que se cita la fecha del 30 de
septiembre como fiesta de San Miguel. Sin embargo, por celebrarse su vigilia el
día anterior, terminó asentándose su celebración en la víspera o vigilia, esto
es, el día 29. En la auténtica Santa Misa propia de esta fiesta (tradicional o
tridentina), de profundidad, belleza y misterio incontestable, se suplica fervientemente
la ayuda a San Miguel Arcángel en varias ocasiones, desde el principio hasta el
final, algo que se perdió diabólica y sospechosamente tras el concilio, que
además concentró las fiestas de los santos arcángeles en un solo día, por
motivos administrativos infumables.
El 29 de
septiembre, fiesta de San Miguel Arcángel, comienza el año tradicionalista de
las Españas, por lo que no es ninguna broma desear a los lectores:
¡¡Feliz año académico, agroforestal y tradicionalista !!
Y nada mejor
que rezar la oración “San Miguel Arcángel, defiéndenos en la lucha!! :
SANCTE Michael Archangele,
defende nos in proelio, contra nequitiam et insidias diaboli esto praesidium.
Imperet illi Deus, supplices deprecamur: tuque, Princeps militiae caelestis,
Satanam aliosque spiritus malignos, qui ad perditionem animarum pervagantur in
mundo, divina virtute, in infernum detrude. Amen.
Juan Andrés Oria de Rueda Salgueiro
Ingeniero de Montes
Miembro de la Asociación Cultural Tradicionalista San
Fernando