Festividad de la Virgen de la Calle, Patrona de Palencia.


“Aquel invierno era sin duda el más crudo que el panadero –un castellano rudo y poco dado a las cosas de Dios- recordaba en su ya larga vida una noche de enero, en la que arreciaba especialmente el temporal de nieve y viento. Él ya estaba en pie desde bien temprano en el horno que poseía en la Plaza Mayor de Palencia, fajándose entre exabruptos en el encendido del fuego, con el que como cada día hornearía el pan, mientras la ciudad dormía.  Un leño de encina humeaba sin cesar, pero pertinaz se resistía a arder, así que el brabucón panadero decidió entre blasfemias tirarlo a la calle de malas maneras.
A la calle me echas, pues de la Calle me llamaré”, escuchó el panadero mientras regresaba a la tahona. Se dio la vuelta enfurruñado y gritó “¿Quién anda ahí?; y volvió a escuchar entre el viento “A la calle me echas, pues de la Calle me llamaré”. Al observar temeroso que nadie había en la calle, se acercó hasta el trozo de encina que parecía brillar entre la nieve, y nuevamente escuchó proveniente del tronco “A la calle me echas, pues de la Calle me llamaré”. Corrió despavorido el panadero y despertó a su mujer y su hija, contándoles lo ocurrido. Al volver a la calle los tres juntos, ya milagrosamente bajo una noche serena, recogen el leño y lo observan que en su interior se encuentra una imagen de la Virgen María tallada en madera. Ya no hay dudas, es la propia Virgen la que le ha hablado.
Inmediatamente comunicaron a las autoridades eclesiales lo ocurrido, decidiendo el obispo que la imagen fuese trasladada al templo de San Bernardo. Toda la ciudad de Palencia acudió en los siguientes días a orar ante la imagen, convirtiéndose desde ese momento en la Patrona de la ciudad bajo el nombre de Virgen de la Calle, y popularmente como La Morenilla debido al negruzco color dejado por el fuego del panadero en la imagen. Ni que decir tiene que el brabucón panadero se convirtió a partir de aquel milagro en un devoto creyente.
Este relato es a grandes rasgos la leyenda de nuestra querida Virgen de la Calle, de la cual en verdad se desconoce su origen devocional, aunque por documentos se puede asegurar que ya en el siglo XV la imagen era ya venerada en la iglesia de San Bernardo. Se da la circunstancia de que había ya entonces tal devoción por esta imagen que se decidió poner una réplica en la parte exterior de la iglesia para que los palentinos pudiesen orar ante ella en cualquier momento sin necesidad de entrar al templo; y es por ello que a la imagen de la Nuestra Señora de las Candelas de Palencia, se la conoce desde entonces como Virgen de la Calle.  
Fue ya en el siglo XVIII, cuando los jesuitas fueron expulsados de España por el rey Carlos III, que la imagen fue trasladada por las autoridades eclesiales hasta el templo de la Compañía de Jesús, en donde sigue venerándose en la actualidad por los palentinos. La fecha del histórico traslado fue el cinco de noviembre de 1769; siendo añadida una copia en el exterior del templo, a imagen de la tradicional forma en que se mostraba en la iglesia de San Bernardo, en el cercano año 1993.
La imagen es una talla policromada de 41 centímetros de altura, realizada en el siglo XV por autor anónimo. En 1635 se añadió a la imagen los tributos del misterio concepcionista, y ya en el siglo XVIII se la revistió con cuatro ángeles protectores que sirven de andadas. Aunque sabemos que ya en el siglo XVII era venerada popularmente como Patrona de Palencia, no se sabe a ciencia cierta en que momento fue proclamada como tal por las autoridades. Lo que si sabemos, es que en el año 1947, el Papa Pío XII reconoció la secular devoción de Palencia a La Morenilla, proclamándola desde Roma, Patrona y protectora de los palentinos. Su festividad se celebra anualmente el dos de febrero.

Luis Carlón Sjovall
Presidente A.C.T Fernando III el Santo

2 comentarios:

Unknown dijo...

Gracias Luis por recordar la historia y el relato tradicional, la leyenda, que generación tras generación ha llegado hasta nosotros;gracias, además,por hacerlo con hermosas palabras, con fe y con amor por nuestra celestial patrona. Desgraciadamente son muchos ya los palentinos, especialmente las nuevas generaciones que desconocen el origen de la advocación de nuestra Morenilla, y, casi me atreveria decir, que hasta su existencia.
Únicamente se podria añadir, con tu permiso, que fue coronada canónica mente en 1952,en una ceremonia en el Parque del Salón que congregó a miles y miles de palentinos.
Que Nuestra Señora de la Calle proteja a nuestra Palencia en particular, y a nuestra España en general.

Unknown dijo...

Muy bonita la referencia