En este preciso
lugar, a las afueras de Autillo de Campos, a extramuros que nos recuerdan las
crónicas, junto a la vieja ermita y bajo un gran olmo, fue Proclamado Rey de
Castilla Fernando III el Santo un ya lejano 14 de junio de 1217.
Hoy, 798 años después,
con la humildad natural del pueblo castellano, pero también con el orgullo de
quien se sabe hijo de una tierra y una cultura que alcanzó dimensión universal,
nos reunimos aquí, en el que ya popularmente es conocido por los vecinos como
“Parque de Fernando III el Santo”, junto a la Placa que recuerda la Proclamación y el
simbólico olmo plantado hace un año, símbolo de tan gloriosa efeméride, para rendir tributo y homenaje al Rey Fernando
III el Santo y como no, también a su madre la Reina Berenguela (tan querida
desde siempre en este sitio), haciendo extensivo ese homenaje al espléndido
legado cultural e histórico que alberga la Tierra de Campos Palentina.
Fernando III el
Santo salió ya Rey de aquí, eso significa la Proclamación que conmemoramos , aunque
tuviese que esperar dos semanas para el 2 de julio de ese mismo año ser
reconocido como tal por las Cortes en Valladolid, un trámite necesario, pero
que no quita un ápice de legitimidad a lo sucedido en este preciso lugar.
Apenas contaba con
16 años el joven príncipe, (pues nació con casi toda seguridad a finales de
junio 1201), comenzando uno de los reinados más gloriosos de la Historia de España. Tras
unos primeros años dedicados a la pacificación del Reino, Fernando III se
convirtió en el gran paladín de la Reconquista (recordemos que conquistó los reinos
de Córdoba, Jaén y Sevilla, además de dominar en régimen de vasallaje los de
Murcia y Granada) administrando con gran maestría el legado heredado de su
abuelo Alfonso VIII tras la
Batalla de Navas de Tolosa; También cabe recordar que fue
durante su reinado que se unificaron definitivamente los Reinos de León y
Castilla en el año 1230, que promovió
la traducción del Fuero Juzgo e impuso el castellano como idioma oficial de sus
reinos en sustitución del latín, o que durante su gobierno se promovió como
nunca antes el arte y la cultura, siendo el reinado de su hijo Don Alfonso X el
Sabio un buen ejemplo de ese renacer cultural que fecundó Castilla aquella
primera mitad del Siglo XIII.. Este magnífico legado, unido a su inquebrantable
moralidad y afán de justicia en todo, acabó llevando a San Fernando a los
altares, tras su prematura muerte en 1252 en Sevilla.
Todo ello comenzó aquí, en la Tierra de Campos palentina,
en esta localidad de Autillo de Campos. Sin duda motivos no nos faltan para
celebrar y recordar nuestra inmensa Historia por toda Castilla y León. En Autillo, ese sentimiento de legado
histórico siempre ha existido, y por ello, aunque con la vista puesta de manera
especial en el VIII Centenario a celebrar el año 2017, ya nunca más ha de extraviarse
el recuerdo de lo que aquí sucedió una lejana Primavera de 1217…
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