Que debe el rey seer fuerte, e poderoso, e esforzado, e sabio, e enviso
«Dijeron que cumplía fuese fuerte, e poderoso, e esforzado, e enviso. Et razonable es quel que non ha poderío, non ha lugar de cumplir justicia, nin de regir, nin de facer ninguna cosa de las que a regimiento de reino pertenescen: que puesto que sea de sangre real, si poderío non ha, non podrá regir los poderosos, e nin los flacos tan solamente: que el oficio la persona lo face seer grande, menguado seguientes la cuantidad o calidad del que tiene el oficio; como ya ayamos visto muchos de sangre real, e aun reyes e príncipes: e porque non son poderosos, son en grand caimiento e perdimiento, e en grand pobreza, e abiltados e sobjudgados de otros de menor linaje que ellos.
Et si estas dos cosas han, e non son esfortados, e fuertes non les aprovechará; que sin esfuerzo non puede ser fecha, nin acabada cosa buena nin mala, como la covardía sea la cosa mas vil, e menos temida que todas las cosas del mundo, e por esfuerzo, e fortaleza vimos acabados muy grandes fechos, e obras maravillosas. Et la fortuna de sí mesmo ayuda a los osados. Et el que ha de regir reino, si esfuerzo, e fortaleza non oviese, non podría venir en perfición de su regimiento, nin dar fin a ningún buen fecho. Et los que con el reino oviesen guerra cobrarían osadía, veyéndolo más flaco, e de poco esfuerzo, e fortaleza, e muy de ligero podría el reino perescer, cuando non oviese buena cabecera, como muchas veces hayamos vistos muchos reinos seer perdidos por haber rey, o príncipe, o regidor cobarde, e flaco, e de poco esfuerzo.
Et por contrario con esfuerzo, e fortaleza llevar lo poco a lo mucho, e lo menos a lo más, e seer defendidas muchas tierras por ello. Et al fuerte, e esforzado temenlo, e non se atreven a él los suyos, nin los estrannos, e más vence su nombre que el golpe de su espada: mas non cumple que sea fuerte nin esforzado a los flacos, e de poco valor, que la fortaleza, e esfuerzo se debe usar en sus tiempos, e logares debidos, e convenientes, que a grand fazanna, o regimiento pertenescan. Et que non aya temor de regir, así al fuerte como al flaco: que si temor en esto tiene, nunca buen fecho fará. Onde dijo el filósofo: fortaleza es de sí mesma queja de atender la virtud del su nombre.»
4 comentarios:
Habra leído esto el Borbón?
La monarquía, si la entendemos como designio divino,(no veo otra forma razonable de entenderla), tiene el sacrosanto deber de defender la Patria, la Fe y la Justicia como primera y fundamental premisa.
En el momento en que un Rey vive de espaldas a sus obligaciones naturales, el pueblo tiene la obligación de exigirle las responsabilidades debidas.
Sólo leen lo que les ponen por delante.
Y Don Juan Carlos I en Bahrein
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