Reportaje sobre los actos conmemorativos del VIII Centenario de la Proclamación como Rey de Castilla de Fernando III el Santo en Autillo de Campos (1217-2017). Dicho evento, organizado conjuntamente por el Ayuntamiento de Autillo de Campos y la ACT Fernando III el Santo, cuenta con el apoyo de la Fundación Villalar y proyecta conmemorar los 800 años de la primera Proclamación de Fernando III como Rey de Castilla un 14 de junio de 1217.
Fernando III el Santo, VIII Centenario de su proclamación como Rey de Castilla en Autillo de Campos (Palencia)
Reportaje sobre los actos conmemorativos del VIII Centenario de la Proclamación como Rey de Castilla de Fernando III el Santo en Autillo de Campos (1217-2017). Dicho evento, organizado conjuntamente por el Ayuntamiento de Autillo de Campos y la ACT Fernando III el Santo, cuenta con el apoyo de la Fundación Villalar y proyecta conmemorar los 800 años de la primera Proclamación de Fernando III como Rey de Castilla un 14 de junio de 1217.
Palentinos Ilustres; Reina Blanca de Castilla (1188-1252)
![]() |
Doña Blanca de Castilla y San Luis en un códice medieval |
Fue nieta de la gran Leonor de Aquitania, hija
del Rey castellano Alfonso VIII, esposa del monarca francés Luis VIII y madre
de San Luis. Durante toda su vida se caracterizó por sus innegables dotes de
gobierno y una personalidad a prueba de sediciones, conjuras y revueltas, lo
que le permitió pasar a la Historia
como modelo destacado de soberana medieval.
Aquélla que fue llamada por sus coetáneos “la Reina buena y justiciera”
nació a principios de 1188 en la ciudad de Palencia. Sus padres, los reyes Alfonso
VIII de Castilla y Leonor Plantagenet, tuvieron una extensa prole que llegó a
contar 17 hijos, de los que algunos fueron monarcas en los países más
influyentes del momento.
En el caso de Blanca, su destino quiso unirla
al destino de Francia. Un acuerdo entre el soberano galo Felipe II Augusto y el
monarca inglés Juan sin tierra facilitó el camino para que la infanta
castellana contrajera nupcias con Luis, primogénito del Rey francés.
La encargada de llevar a término este lance
entre estados fue Leonor de Aquitania. Ella se encargó personalmente de seleccionar
entre sus nietas a la candidata más idónea. La elegida fue Blanca, y juntas
viajaron a Francia para cumplir con el matrimonio impuesto.
Una vez en la corte, la joven se integró con
absoluta normalidad en los ambientes palaciegos de su nueva patria. Desde los
primeros instantes demostró una lúcida inteligencia que le permitía sondear con
claridad meridiana el estado de las cosas en aquella Francia acuciada por difíciles
problemas arrastrados desde tiempos atrás. A estos peligros se sumaba la incómoda
herejía cátara que se propagaba por los territorios de Languedoc y del Midi,
amenazando con ello la estabilidad de un reino muy limitado en sus marcas
fronterizas.
Blanca, esposa del
heredero desde el 23 de mayo de 1200, no quiso permanecer en un segundo plano y
participó _ tras la mayoría de edad de su marido_ en diferentes cuestiones del
Estado, incluidas las guerreras. Así, acompañó a su esposo en las campañas
victoriosas contra los ingleses, como en la Batalla de Roche-aux-Moines _librada en 1214_ que
supuso para el valeroso Luis VIII el sobrenombre de “El León”. Mientras tanto,
doña Blanca iba dando a luz un descendiente tras otro, hasta un total de 11 y,
aunque cuidó personalmente la educación de todos ellos, sus desvelos se
centraron en la intrusión de su primogénito, el futuro Luis IX.
En 1223 fallecía
Felipe II Augusto, siendo sucedido por su hijo Luis, si bien éste apenas pudo
reinar tres años por causa de una inesperada muerte cuando contaba 38 años. Esta
situación la dejó viuda y regente de un Reino confuso a expensas de diferentes
peligros. Casi de inmediato, los nobles más reaccionarios se sublevaron contra
la monarquía al no aceptar una Reina extranjera en su trono. Asimismo, los
ingleses aprovecharon la circunstancia para tomar nuevamente posiciones en los
territorios galos.
Ella, lejos de
amilanarse, se puso al frente de sus ejércitos y con gran tenacidad consiguió
sofocar los núcleos sediciosos mientras sojuzgaba el ánimo de los cátaros, defendidos
por el conde Raimundo VII de Tolosa, con quien _ gracias a un acuerdo
matrimonial_ pudo resolver el problema planteado desde el sureste francés. Esto
facilitó la anexión plena de esas tierras al cada vez más extenso Reino galo.
Durante estos años,
la regente Blanca fue testigo del esplendor del arte gótico. En compañía de su
hijo favoreció oportunos mecenazgos que levantaron bellos santuarios, como
Sainte-Chapelle, iglesia concebida para albergar las Santas Reliquias traídas
de Oriente. También combatió con éxito movimientos religiosos dominados por la
histeria, como la Cruzada
de los pastorcillos.
En 1234 casó a su
hijo _el futuro Luis IX_ con Margarita de Provenza. Dos años más tarde le
entregó el gobierno de la nación, tras cumplir éste la mayoría de edad. Todo
hacía ver que ahora sí la vida pública de doña Blanca recibiría un aliviador
respiro. Sin embargo, las inquietudes religiosas de su vástago le impulsaron a
encabezar una nueva Cruzada contra el Islam, que acabó en un estrepitoso
fracaso con la captura del propio monarca. Esto devolvió a la Reina madre a una forzosa
primera fila de la política, desde la que siguió administrando buenas dosis de
sabiduría y justicia entre sus súbditos.
![]() |
Escudo de Doña Blanca de Castilla en la Sainte-Chapelle |
El 27 de noviembre
de 1252 fallecía, sabiendo que su hijo había sido al fin liberado de su
cautiverio. Su entierro se produjo en medio del dolor y el profundo respeto
inspirado gracias a su deslumbrante carisma. Actualmente, los franceses la
siguen considerando el mejor ejemplo de Reina capaz en un tiempo fundamental
para la edificación de su historia como gran potencia europea.
Biografía publicada por Juan Antonio Cebrián en El Mundo Magazine el año 2006
Vida de San Fernando: Sus últimas voluntades
Bien sabida es la importancia que dio siempre a la
Reconquista de España el Rey Fernando III el Santo, pues su gobierno lo pasó casi
por completo combatiendo al invasor sarraceno, siempre en cabeza de sus
ejércitos, hasta casi expulsarlo de España. Algo que sin duda habría sucedido
si el Santo Rey, hubiese vivido unos años más. Sirva no obstante como
recordatorio de la obligación que se impuso Don Fernando en esta empresa como Rey de Castilla,
las que fueron sus últimas voluntades, transmitidas en su lecho de muerte a su hijo el
infante Alfonso, y que nos relata la hermana Mª del Carmen Fernández de Castro tras sus visiones en su magnífico libro “Nuestra Señora en el Arzón”
“Fijo, rico quedas de tierra et de muchos buenos vasallos,
más que Rey en la Cristiandad seya; puña en facer bien et seer bueno, que bien
has por qué; Señor te dejo de toda la tierra del mar acá que los moros del Rey
Don Rodrigo de España ganado ovieron; en tu señorio finca toda: La una
conquerida, la otra tributada; si en este estado que yo te las dexo las sopieres
guardar, eres tan buen Rey como yo; et si ganases por ti más; eres mejor que
yo; et si de esto menguas, non eres tan bueno como yo”
Otros tiempos... Mismos deberes...
Termina el año 2014, año que hemos dedicado a la figura del Rey Alfonso VIII de Castilla en el octavo centenario de su fallecimiento.. Valga de homenaje final recordar la arenga que se nos ha transmitido pronunció el Noble Rey al ejército cristiano aquel amanecer del 16 de de julio de 1212, en que la Civilización Cristiana venció al maligno invasor.
Ocho siglos después, nuestra obligación sigue siendo la misma que la de nuestros heroicos antepasados.
"Españoles, hemos marchado juntos, hemos
sufrido juntos. Estáis aquí los de lealtad probada. Cuando vuestros hijos y los
hijos de vuestros hijos os pregunten por qué luchasteis, les contaréis que
vinisteis a defenderles a ellos y a los hijos de muchos que ni siquiera
conoceréis en vuestra vida. Les diréis que luchasteis por vuestra fe y la suya,
pues los enemigos de la Cruz
del Señor no sólo aspiran a la destrucción de las Españas, sino que también
amenazan con ejercer su crueldad en otras tierras de los fieles de Cristo y
oprimir el nombre de cristiano. Cuando vuestros hijos y los hijos de vuestros
hijos, mirándoos con admiración y agradecidos, os pregunten quién os guiaba en
la batalla diréis que no era hombre alguno sino el mismo Dios de los ejércitos y
por ello acudisteis jubilosos y sin temor al combate, pues si derramamos
nuestra sangre podremos contarnos entre el coro de los mártires. Cuando
vuestros hijos y los hijos de vuestros hijos os pregunten por qué,
abandonándolo todo, recorristeis tierras inhóspitas para luchar les diréis que
os negasteis, como vuestros antepasados, a que el invasor sarraceno os
impusiera sus costumbres y las creencias de la maldita secta de Mahoma. Cuando
quieran saber lo que sentía esta entrañable unidad guerrera al comienzo de este
día de júbilo y de gloria, la palabra que vendrá incontenible a vuestra boca
será la que ahora acelera nuestros corazones: ¡libertad!"
Un griterío ensordecedor surgió de las gargantas. Se repetían las invocaciones
a Santiago, los castellanos, y a San Jorge, los aragoneses.
Cuando cesó la algarabía de la arenga, el ejército se puso en marcha, bajó el talud e inició el avance hacia el enemigo. En cabeza el señor de Vizcaya, don Diego López de Haro.
Cuando cesó la algarabía de la arenga, el ejército se puso en marcha, bajó el talud e inició el avance hacia el enemigo. En cabeza el señor de Vizcaya, don Diego López de Haro.
Palentinos Ilustres; Don Matías Barrio y Mier (1844-1909)
Nació el día 10 de
Febrero de 1844 en Verdeña (provincia de Palencia); su familia paterna era una
de las principales del país; y la materna, cuya nobleza es antiquísima, procede
de Asturias. Recibió la instrucción primera en las escuelas de Verdeña , Redondo
y Cervera de Pisuerga, acabando de perfeccionarse en Toledo; y en cuanto a la
segunda enseñanza, cursó de 1853
a 1854 en aquel Instituto el primer año de latinidad y
humanidades, el segundo y tercero en el Colegio Politécnico de Madrid, y en
Junio del 56 recibió el semigrado que por entonces se exigía para pasar a
filosofía. En el año 1859 recibió en el Instituto de Toledo el grado de
Bachiller de Artes. En dicha capital estuvo al lado de su tío don Celestino de
Mier, Deán de aquella Santa Iglesia Catedral (Primada de las Españas), y desde
el año 1859 hasta el de 1865 siguió en la Universidad de
Valladolid los seis años de Leyes, obteniendo en todas las asignaturas las
primeras notas.
En el mes de Junio
de 1865 se licenció el señor de Barrio y Mier en Derecho Civil y Canónigo;
recibió la investidura de Doctor en la Universidad de Madrid el día 10 de Noviembre del
año siguiente, y la carrera de Administración la siguió en las Universidades de
Valladolid y Madrid, obteniendo también en ella el doctorado.
Siendo todavía
estudiante sustituyó nuestro ilustre biografiado la cátedra de Administración
(Hacienda y Derecho Político comparado) en la Universidad de
Valladolid.
En las mismas
Universidades de Valladolid y de Madrid cursó también todas las asignaturas de
la facultad de Filosofía y Letras hasta alcanzar el Doctorado, como en las
otras dos carreras ya anteriormente citadas.
En los cursos de los
años 1866 al 68 estudió en la
Universidad de Madrid los dos primeros años de Teología, con
nota de sobresaliente, y no continuó esta carrera por haberse suprimido en la Universidad , a
consecuencia del destronamiento de Isabel II.
Al mismo tiempo
cursó en la Escuela
especial los tres primeros años de la carrera diplomática, y en Junio del de
1869 recibió el título de Archivero-Bibliotecario.
Tenía cursadas seis
carreras, habiendo sufrido dieciséis ejercicios para la obtención de grados;
ganó, previa oposición, multitud de premios ordinarios o de asignatura, tres
extraordinarios de grado, recibiendo cuatro grados de Bachiller, cuatro de
Licenciado y tres de Doctor.
Es imposible un
ejemplo mayor de aplicación e inteligencia, pues terminó el señor Barrio Mier
tantos estudios cuando sólo contaba veinticinco años de edad.
También se dedicó al
estudio de las lenguas, de las cuales poseía cinco.
Empezó a ejercer la Abogacía desde principios
de 1866, hallándose, al efecto, inscrito en los Colegios de Madrid y de
Vitoria.
El día 16 de
Noviembre de aquel mismo año (cuando aún no hacía una semana que había recibido
la investidura de Doctor) fue ya nombrado Profesor auxiliar de la Facultad de Derecho en la Universidad de Madrid,
y en 1.º de Diciembre siguiente empezó a explicar la Cátedra de Legislación
comparada, en sustitución del señor La Serna.
Cuando estalló la Revolución de
Septiembre de 1868, fue separado de la Universidad el señor de Barrio Mier, y en el
curso 1868 al 69 abrió una Cátedra privada de Derecho en unión del Doctor don
Vicente Oliver Bico.
En las Cortes de don
Amadeo de Saboya fue por primera vez elegido Diputado por el Distrito de
Cervera de Pisuerga, al cual vino representando después frecuentemente en el
Congreso, y siendo el más joven de todos los diputados del año 1871, asombró al
Parlamento el portentoso trabajo de su privilegiada inteligencia.
Al constituirse la Mesa presidencial, fue
elegido tercer Secretario. Habló por primera vez en el Congreso el día 9 de
Mayo, impugnando el acta de don Servando Ruíz Gómez, candidato ministerial
electo por La Vecilla ,
provincia de León.
Poco después ganó en
reñida oposición una Cátedra de Derecho en la Universidad de
Zaragoza, y cuando empezó la última guerra civil, dando una prueba más de su
amor a la Causa Católico-Monárquica ,
abandonó la Cátedra
y la carrera que tan brillante porvenir le ofrecían, y se fue al territorio
dominado por las armas carlistas en el Norte, ofreciendo sus servicios a don
Carlos de Borbón y de Austria-Este, cuyo augusto señor le nombró Corregidor de
Vizcaya; también fue Decano de la
Facultad de Derecho de la Real y Pontificia Universidad de Oñate, cuya
solemne inauguración tuvo lugar en Diciembre de 1874; excusando decir nosotros
que ambos cargos fueron desempeñados con entera satisfacción de todos por
nuestro ilustre biografiado.
Terminada la guerra,
emigró el señor Barrio Mier a Francia, y al regresar a España hizo oposiciones
a una Cátedra de la Facultad
de Derecho en la
Universidad de Oviedo, y hará ya unos veinte años pasó, por
oposición, a la Universidad Central
explicando allí la asignatura de Legislación comparada, que es una de las del
grupo del doctorado de Leyes.
En vista de sus
méritos y talentos, fue nombrado Consejero de Instrucción Pública a principios
del presente siglo, y Decano de la
Facultad de Derecho el año 1906. En estos elevados cargos
cumplió siempre de una manera delicada su misión, dando una prueba de entereza
de carácter, de celo y pulcritud en el desempeño del Decanato cuando hace pocos
años se opuso a que el Gobernador Civil de Madrid, Marqués de Vadillo se
personase en la clase que posee para explicarla mientras estuviese revestido de
carácter de autoridad gubernativa, cargo incompatible con el de profesor según
la ley. Aquel incidente dio mucho que hablar; y habiendo apelado dicho
Catedrático ante el Ministro, éste dio la razón al Decano, como era de
justicia. Con aquel motivo recibió el señor de Barrio y Mier muchas
felicitaciones, no sólo de los carlistas, sino que también de otros elementos
bien distanciados de la Comunión
Católico-Monárquica .
Cuando Don Carlos de
Borbón nombró Delegado suyo en España al Marqués de Cerralbo y los carlistas
entraron en su periodo de actividad extraordinaria en el terreno legal, en las
primeras elecciones políticas que se presentaron, que fueron las del año 1891,
fue nuevamente elegido diputado a Cortes por Cervera del Río Pisuerga, D.
Matías Barrio y Mier, quien desde entonces hasta su fallecimiento ejerció casi
siempre la Jefatura
de la Minoría Tradicionalista
del Congreso. En un periodo de diecinueve años, únicamente en una legislatura
dejó de representar aquel distrito en las Cortes, si bien perdió la elección
por muy pocos votos, teniendo el Gobierno que apelar a inveteradas malas artes
para derrotarle.
De su gestión como
Diputado y Jefe de la Minoría
carlista del Congreso, bien alto hablan los admirables discursos pronunciados
por el señor de Barrio Mier en distintas ocasiones, todos ellos modelos de
corrección y elegancia. Sus contestaciones a los discursos de la Corona forman una
brillantísima ejecutoria parlamentaria, sobresaliendo en ellos la firmeza en la
doctrina y la claridad en la exposición.
Su oratoria, lejos
de ser apasionada, era sencilla, apacible y razonada; su palabra era fácil y su
lógica inflexible. Capitaneando en el Congreso nuestras valientes minorías
agrando la fama de su nombre con sus notabilísimos discursos en defensa no sólo
de nuestros ideales, sino de innumerables asuntos de verdadero interés para el
país.
El día 7 de
Diciembre de 1899 fue nombrado el señor de Barrio Mier por D. Carlos de Borbón
y de Austria-Este para relevar al Marqués de Cerralbo en el cargo de Jefe
Delegado de la Comunión
Católico-Monárquica. Durante más de diez años llegó a
ostentar la alta representación de Don Carlos; y cuán bien supo cumplir los
grandes deberes de su elevado y difícil cargo, demostráronlo las muchas pruebas
de afecto y consideración que constantemente recibió de parte del Egregio
Desterrado de Venecia, y las grandes simpatías de que siempre disfrutó entre
los elementos tradicionalistas, que le querían
y respetaban por lo que valía por lo que representaba. Cuatro elecciones
de Senadores del Reino y Diputados a Cortes tuvieron lugar durante el tiempo en
que el ilustre Barrio Mier figuró al frente de la política del Carlismo.
El exceso de
trabajo, sin duda, le acarreó al Sr. De Barrio Mier una anemia y postración
general que le condujeron al sepulcro, falleciendo cristianamente en Madrid el
día 23 de Junio del año 1909. Su cadáver fue enterrado en Verdeña, su pueblo
natal; el solemnísimo acto de traslado a la estación del Norte, en Madrid, fue
presidido por D. Pablo Higes (padre espiritual del finado), por D. Carlos
Barrio (hijo), por D. Bartolomé Feliú (como Jefe-Delegado de la Comunión carlista), por
D. Eduardo Dato (como Presidente del Congreso de los Diputados), por los
ministros de la
Gobernación y de Gracia y Justicia (en nombre del Gobierno de
Don Alfonso), por el rector de la Universidad Central ,
por el Padre Fray Bonifacio Aval, Agustiniano, por el Doctor Recondo y por D.
Pedro Fernández Durán.
Del numeroso
acompañamiento que tuvo tan luctuoso acto recordamos a los generales carlistas
Maldonado, Villar (D. Amado y D. Mario), González-Granda, Medina, Llorens y
Solana; a los marqueses de Villadarias, de Tamarit, de Figueroa, de Ibarra, de
Vadillo y de Valdivia; a los condes de Garay, de Rodezno, del Pinar, de
Guernica y de Casa-Sola; a los Diputados carlistas Vázquez de Mella, Díaz
Aguado Salaberry y Sanz; al Diputado integrista D. Manuel Serante; a personajes
liberales de tan distintas ideas como don Segismundo Moret, D. Juan de la Cierva , D. Gumersindo de
Azcárate, D. Faustino Rodríguez San Pedro, D. Rafael Maria de Labra y D.
Bernabé Dávila; al Director de El Correo Español D. Benigno Bolaños, al Párroco
D. Francisco Hernando Bocos, y tan nutridas como distinguidas comisiones del Congreso
de los Diputados, de la Universidad Central ,
del Colegio de Abogados de Madrid y de otras muchas e importantes
corporaciones. Los estudiantes de la Facultad de Derecho, con su estandarte al frente,
rodearon el coche fúnebre como dándole guardia de honor.
![]() |
Actual placa de la Calle Barrio y Mier de Palencia |
Biografía publicada en "Políticos del Carlismo", por el B. de Artagan en el año 1913
Feliz Navidad 2014
Con el tradicional “Vino
de Navidad” que como cada año celebramos la víspera de Noche Buena, finalizan
las actividades de la ACT Fernando III el Santo por este año.
Un año, este 2014
que ya termina, en el que hemos mantenido el listón que nos habíamos propuesto,
pero siempre con la idea de que se puede y se debe de hacer mucho más. Aun así, y como breve resumen, recordamos que entre otras muchas actividades, hemos contado en Palencia con
conferenciantes de lujo como Javier Barraycoa, Andrés Barón y Guillermo
Rocafort; hemos estado presentes en buena parte de España defendiendo y
apoyando nuestros valores y tradiciones; se han dedicado diferentes actividades
en recuerdo y homenaje al Rey de Castilla Alfonso VIII con motivo del VIII
Centenario de su fallecimiento; y quizá lo más importante, hemos puesto en
marcha los actos que conmemoran la Proclamación de San Fernando en la localidad
palentina de Autillo de Campos en 1217. Además, nuestra Asociación se ha unido a la
Federación Reconquista, para de esta manera tener mayor contacto y unidad de
acción con otras asociaciones afines, así como hemos ampliado las secciones de
nuestro blog.
Queda dicho, tenemos
mucho por hacer, pues en esta España de taifas y miserias varias, poco o nada
podemos esperar que hagan quienes por ley debieran. Por ello encaramos el año
2015 con fuerzas renovadas, con la convicción de que es justo y obligado
defender nuestra cultura, fe y libertades, que cada paso importa, y que el
pueblo español acabará reaccionando y exigiendo la recuperación de los símbolos
y tradiciones de la Patria (garantía de nuestras libertades) si todos nos implicamos en ello.
Desde la ACT
Fernando III el Santo deseamos una Feliz y Santa Navidad, así como un próspero
y reconquistador año 2015.
Algo que todos nos preguntamos ¿Cómo entender nuestra denostación permanente?
Parece que todo lo hicimos mal, como si genéticamente estuviésemos
condenados a la falta de objetivos y a la ineficiencia. Criticamos nuestra
empresa civilizadora en todos los continentes sin profundizar los
acontecimientos. Lo que llaman saqueo era el intercambio que hacían los indios
por manufacturas, gracias al uso del caballo y la herradura que compraban con
oro pasaron de tardar 40 días a un día en sembrar una hectárea. De matarse y
comerse unos a otros, los pueblos precolombinos se convirtieron en una
civilización católica que unificó al continente en lengua y religión, y con la
consiguiente civilización compartida. ¿Si hubo abusos? Siempre los hay entre
los hombres, y cualquier argentino o español, sufre el saqueo de los actuales
políticos que soportamos desde hace cuarenta años. Pero de la plata extraída
solo se iba a España entre un 12% y un 20%, cuando los políticos actuales
saquean hasta un 50% de los ingresos de todo productor, y muchas veces a sus
propios bolsillos. Además, cuando se fundó Harvard, en indias ya había unas
veinte universidades. Y CUANDO ESPAÑA SE FUE HABÍA 25 UNIVERSIDADES.
Fuimos el imperio más grande, de forma transversal a los demás,
de norte a sur, lo que no es un dato menor, pues esta condición es lo que nos
convertía en el árbitro geográfico del orbe, y con una moneda universal que
circulaba hasta en China, lo que nos permitió crear una economía global; el mal
debía destruirnos para llevar a la humanidad al actual orden mundial. La geografía,
la moneda y el Evangelio, son las causas que movilizaron a nuestros enemigos.
Tan mal no lo hicimos, pues a pesar de que nos balcanizaron
en más de veinte estados, no nos libanizamos en guerras sin fin entre estados,
tuvimos muchas menos guerras internas que los europeos, gracias a compartir una
fe y una lengua. El periodo de Cristiandad Hispánica caminó junto a la lengua y
eso nos dio conciencia continental. Y eso es herencia de la Madre Patria. Que muchos
hombres y mujeres del mundo consiguieran en esta tierra labrarse una vida,
también lo fue. Como dijo Eva Perón, la leyenda negra se hizo para engañarnos,
y se engaña al que quiere ser engañado.
POR SER LOS PUEBLOS HISPÁNICOS, ÁRBITROS EVANGELIZADORES DEL
PLANETA FUE QUE NOS DESTRUYERON, ESA ES LA CUESTIÓN CENTRAL ,
NO OTRA.
Por eso amigos de Argentina, España, Guinea, Sicilia,
Filipinas y de todo el mundo ibérico, las creencias fogueadas en ochocientos
años de terribles luchas por la
Reconquista no pueden ser olvidadas; dejemos de criticarnos,
analicemos fríamente nuestros errores pero para poder valorizar nuestros muchos
aciertos, busquemos ese sol que nos hermane para fundirnos en un espíritu común
y refundar nuestra grandeza.
¡¡¡Ante la ingravidez de los desvalores de hoy, nuestra historia
y tradición!!!
Patricio Lons
Periodista argentino
Colaborador en Hispanoamérica de la
ACT Fernando III el Santo
Exposición "Alfonso y Leonor, Reyes de Castilla"
Como colofón a las
actividades que durante este año hemos dedicado a la figura del Rey Alfonso
VIII de Castilla con motivo del VIII centenario de su fallecimiento, el pasado
13 de diciembre una delegación de nuestra Asociación visitó la exposición que
en el Real Monasterio Cisterciense de Las Huelgas de Burgos ha patrocinado Patrimonio
Nacional.
![]() |
Sepulcro de los reyes Alfonso y Leonor de Castilla |
Ya en sí mismo, el
Monasterio burgalés, debido a su condición de Panteón Real de Castilla, es un
tributo a la figura de Alfonso VIII que gustaba de descansar en el lugar, dotándolo así en 1187 de grandes privilegios. Aún
podemos contemplar diferentes estancias construidas en el tiempo del Rey Noble,
entre las que sin duda destaca el magnífico claustro románico. En 1199 ordenó el
Rey que Las Huelgas fuese el Panteón de los Reyes de Castilla, siendo Alfonso
VIII y su esposa Leonor Plantagenet, fallecidos con un mes de diferencia en 1214, los primeros reyes allí sepultados. Además
de estos dos formidables sepulcros, también se encuentran allí los del Rey
Enrique I, la Reina Berenguela (humildísimo), y el de numerosos infantes e
infantas, entre el que destaca el de Don Fernando de la Cerda, que
afortunadamente se libró del saqueo y destrozo con que la chusma revolucionario-napoleónica
trataba nuestros símbolos regios.
![]() |
Corona de los Camafeos |
La muestra
conmemorativa que se encuentra en el antiguo locutorio, y se organiza en cuatro
secciones: en primer lugar se exponen piezas relativas a la imagen y el poder
real, y después se exploran, por este orden, la liturgia monacal, las artes suntuarias
y las ceremonias regias. De todo ello destacamos la llamada “Corona de los
camafeos” que sabemos fue utilizada por los Reyes de Castilla; Sancho III,
Alfonso VIII, Enrique I, Fernando III y Alfonso X; la arqueta de los apóstoles;
el antifonario de Las Huelgas (uno de los más antiguos y expuesto por primera
vez); numerosos bordados realizados por las reinas Doña Leonor y Doña
Berenguela; además de ropas utilizadas por el obispo Jiménez de Rada, Enrique I
y el propio Alfonso VIII.
![]() |
Almohada bordada por la Reina Doña Berenguela |
Sin duda una visita siempre
recomendable para todo español la del Monasterio burgalés de Las Huelgas, que recordamos, fue
construido casi en su totalidad por el Rey Fernando III el Santo, y que guarda en
cada rincón, como ningún otro lugar en España, el sello personal del Santo Rey
Don Fernando.
Sembremos hoy… para así Reconquistar mañana
Hace unos meses, desde la Federación de Asociaciones Reconquista, nos pidieron un artículo en el que definiésemos el porque se fundó nuestra Asociación, y cuales son sus objetivos. Recuperamos este artículo en que se explican dichas razones.
http://federacionreconquista.blogspot.com.es/2014/05/sembremos-hoy-para-asi-reconquistar.html
Añadiríamos a las explicaciones que se dan en dicho artículo, nuestra permanente preocupación y sentimiento de desamparo que sentimos muchos españoles ante la permanente pérdida de libertades, valores, principios y justos deberes a los que se viene viendo abocada nuestra Patria desde hace ya demasiado tiempo. Situación, que si no somos capaces de cambiar, nos llevará irremisiblemente hacia un futuro miserable, sin esperanza alguna. Por ello entendemos que, como ya ocurrió en otros momentos de nuestra historia, somos el pueblo quienes debemos implicarnos y sacrificarnos en la defensa de nuestras tradiciones y libertades, pues ya poco o nada podemos esperar de unos gobiernos cómplices y vasallos de la modernidad dominante.. Sirva por tanto el ejemplo de quienes nos antecedieron con honor y valor, como ejemplo al que seguir fielmente, redoblando esfuerzos, en este momento en que nuestra civilización se adentra en las tinieblas..
Conferencia sobre San Fernando en Santa Elena (Jaén)
El pasado seis de
diciembre, el Presidente de la ACT Fernando
III el Santo, impartió una conferencia en la localidad jienense de Santa Elena
sobre la vida del Rey Fernando III el Santo.
En el ánimo de
nuestra Asociación está presenta desde su fundación, divulgar y defender el
legado del Rey san Fernando como símbolo de los grandes valores hispánicos.
Acto que cobra especial importancia en estos tiempos en que la falta de
valores, así como el individualismo parecen imponerse en una sociedad española
que parece galopar convencida hacia el abismo.
Durante la
conferencia, Don Luis Carlón Sjovall recordó
como el rey Don Fernando nació en una España dividida en diferentes reinos, y no
exenta de frecuentes disputas entre ellos. Y como la Castilla que heredó a la
muerte de su tío, el rey Enrique I, era un polvorín de guerras internas entre
nobles y concejos, a pesar del buen legado dejado pocos años antes por el rey
Alfonso VIII. En contraposición, se recordó que a partir del glorioso reinado
de San Fernando, desaparecieron todo tipo de revueltas en Castilla, así como se
alcanzaron acuerdos de paz y cooperación con el resto de reinos cristianos. De
esta manera, el Reino de Castilla pudo dedicar todos sus esfuerzos, a los que
se uniría el Reino de León en 1230 tras ser también heredado por Don Fernando,
a la misión fundamental de reconquistar España para la fe de Cristo. Así, se terminó
la conferencia recordando que:
(A pesar de su prematura muerte, el reinado de San Fernando nos deja un legado impresionante. Reconquistó los Reinos de Córdoba, Murcia, Jaén y Sevilla. Dejó vasalla de Castilla a Granada. cambió el latín por el castellano como lengua oficial del Reino. Revitalizó las artes y las ciencias (su hijo siempre reconoció que el Sabio no era él, sino que todo se lo debía a su padre), en arquitectura por ejemplo comienza bajo su gobierno la construcción de las catedrales de Burgos, Toledo, Sevilla y jaén, así como numerosísimas iglesias de estilo gótico. Ordenó y modernizó los fueros de las ciudades. Y sobre todo, con su aura de justicia, valor y santidad unió España como posiblemente nunca lo estuvo antes. Además de mantener el orden en Castilla, durante su reinado la paz la concordia fueron los rasgo predominantes en su relación con sus vecinos de Aragón, Navarra, Portugal o Francia. Y es que San Fernando NUNCA perdió una batalla, quizá por eso fue proclamado por el Papa Inocencio IV "Campeón invicto de Jesucristo")
Para la
ACT Fernando III el Santo, ha sido un honor
poder rememorar la figura de San Fernando, invitados por la Orden de Caballeros de la Veracruz del Rey Fernando III, en un lugar
tan emblemático como es la Casa de las Órdenes de Santa Elena, sita junto
al lugar donde el Rey Alfonso VIII mandó edificar una capilla dedicada a Santa
Elena, madre del Emperador Constantino, en devoto recuerdo a la señal con que
el cielo nuevamente, como ya ocurrió en Puente Milvio en 312, iluminó a la hueste cristiana aquel 16 de julio de 1212, día en que la España cruzada venció unida
al invasor sarraceno en la Batalla
de Navas de Tolosa.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)