El "carro" de Carrión de los Condes



El actual escudo de Carrión de los Condes mantiene en su heráldica el histórico carro
  A finales del S. VIII la frontera entre el Reino Cristiano de Asturias y el Emirato Omeya de Córdoba era un inmenso territorio que abarcaba desde el Río Duero hasta los valles próximos al montañoso norte hispano. Gracias a la política de “tierra quemada” desarrollada durante el reinado de Alfonso I de Asturias, se habían conseguido tres objetivos que a la larga serían decisivos; repoblar el Reino de Asturias con cristianos procedentes de la meseta, expulsar a los contingentes musulmanes de la frontera, y crear una espacio territorial amplísimo que reforzaba la seguridad en un reino como era el cristiano, aún demasiado débil como para tener una frontera abierta con el poderoso Emirato andalusí.

  Aún así, nos cuenta la leyenda, que como todas –mucho o poco- algo tendrá de realidad, que en la antigua población de Lacóbriga, junto al Río Nubis –actual Río Carrión-, los sarracenos mantenían una fortaleza llamada Monte Argel –donde hoy se alza la iglesia de Belén-, con importante guarnición militar, desde la que se dedicaban a hostigar los territorios cristianos del norte. Muchas fueron las veces que se intentó tomar la fortaleza al asalto, pero la privilegiada situación defensiva que poseía la plaza permitía resistir a los mahometanos, con el riesgo para los territorios cristianos que ello suponía.

  En el año 791 Alfonso II el casto es coronado Rey de Asturias, decisión que disgustó sobremanera al emir Hisham I, que le veía, y con razón, como una amenaza real para sus intereses. Así, utilizando como base de operaciones la fortaleza de Lacóbriga emprendió el emir dos saqueos consecutivos los años 794 y 795 sobre el Reino asturiano, llegando a saquear por dos veces Oviedo, reciente capital del Reino. El rey Alfonso, que escapó de la muerte milagrosamente en la Batalla de Burbia en 795, entendió que la única forma de acabar con las incursiones sarracenas en el propio corazón del reino era tomar la fortaleza de Monte Argel, y así, a sabiendas de que militarmente era imposible, ingenió un plan que podríamos calificar como el “Caballo de Troya” de nuestra Reconquista.

  En el invierno de 796, un carro con media docena de hombres se plantó ante Monte Argel ofreciendo carbón a los soldados musulmanes. Estos, que en un principio dudaron, les abrieron las puertas de la fortaleza para que los extraños depositaran el carbón en sus almacenes; pero ocurrió que al poco de entrar los falsos carboneros –en realidad soldados cristianos- sacaron de entre el carbón que el carro portaba sus escondidas espadas, dando muerte a los despreocupados sarracenos que custodiaban el portón. Consiguieron los astures resistir en la entrada hasta que un grupo mucho mayor de los suyos que se encontraba agazapado a escasa distancia consiguió llegar a la posición donde estos aguantaban sucesivas embestidas . El combate sin duda fue a muerte, y según nos cuenta la leyenda salieron vencedores los cristianos capturando y dando muerte al contingente sarraceno. Nunca más, a partir de este momento, los musulmanes tuvieron una plaza al norte del Río Duero, ni consiguieron asolar el Reino de Asturias con la facilidad que hasta entonces lo habían logrado.

  Conseguida la plaza, quiso el Rey Alfonso el casto erigir una iglesia en señal de gracias bajo la advocación de la Vírgen de las Victorias. El lugar fue rápidamente repoblado, renombrándose desde ese momento como Santa María de las Victorias, siendo este nombre sustituido posteriormente por el de Santa María de Carrión, en recuerdo al carro que consiguió engañar a los sarracenos. Con el paso del tiempo la localidad de Carrión fue ganando en importancia, convirtiéndose en uno de los lugares de referencia de la Edad Media española. Hoy, la histórica ciudad de Carrión de los Condes –nombre que ostenta desde el S. XVI- ya no goza de su grandeza pasada, pero en las calles se puede aún soñar con la magnífica historia de su pasado, así como observar el pasar diario de los cientos de peregrinos que continúan caminando por sus calles hoy, como lo hacían mil años atrás.. 

En el solar que ocupa la actual Iglesia de Belén se encontraba el castillo de Monte Argel
El Camino de Santiago a su paso por Carrión de los Condes

15/01/2016                                            
Luis Carlón Sjovall
A.C.T. Fernando III el Santo

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