La Espada Lobera; "Masoneria (1ª parte), Falsas banderas"



  La ignorancia, el aburguesamiento y el odio programado, son las principales armas con que cuentan los usurpadores de la legitimidad patria para confundir y “tele”-dirigir al pueblo en pos de sus propias ambiciones. Parte fundamental de este plan de control se perpetra por medio de la (muchas veces burda) manipulación de los símbolos, y no hay símbolos que enardezcan más la rabia de estas tristes masas apesebradas que las banderas, símbolo máximo de las tradiciones y libertades de un pueblo.

  En España, de esto, como de casi todo lo malo, sabemos bastante. La más zafia y grotesca manipulación la vemos en la llamada “bandera republicana” cuya franja morada añadida durante la II República se impuso por medio de una vulgar mentira, basada en el presunto hallazgo de un pendón castellano comunero amoratado por el tiempo, y que nos cuentan confundió a propios y extraños haciéndolos creer que el color propio castellano no era el “rojo carmesí”, sino el morado “masón”. Y digo morado masón, porque fue la logia castellana “Sociedad de los Caballeros Comuneros”, también llamados “Hijos de Padilla” quienes eligieron, y posteriormente impusieron este color a partir del ya lejano año de 1821. Tardaron más de cien años en conseguir que el morado llegara a la enseña nacional, pero ahí acabó, y aún hoy tenemos que ver con cierto sonrojo pendones de Castilla insultantemente amoratados, así como banderas tricolores “republicanas”, como símbolos del odio y la ignorancia para vergüenza y bochorno de todos los españoles de bien.

  No es el único caso de usurpación de símbolos históricos, ya que por ejemplo otro tipo de bandera se ha convertido lamentablemente en muy popular, me refiero a la bandera estrellada originada en Cuba a mediados del S. XIX. Fue un tal Narciso López, francmasón, quien creó esta bandera caracterizada por un triangulo equilátero que simboliza la grandeza del poder que asiste al Gran Arquitecto del Universo y cuyos lados iguales aluden a la falsa divisa masónica de libertad, igualdad y fraternidad; la estrella de cinco puntas refiere la presunta perfección del maestro masón: fuerza,  belleza, sabiduría, virtud y caridad.. Esta bandera, fue utilizada como patrón por la masonería en el resto de lugares en que actuaron contra los intereses de España. Así, hoy podemos ver diseños similares tanto en tierras ya tristemente desarraigadas de España además de Cuba; como Puerto Rico, Filipinas, Argentina, Uruguay, Brasil o el Sahara español; así como en diferentes regiones de nuestra Patria, siendo Cataluña la que –mancillando la histórica y gloriosa senyera- lamentablemente la ha acogido con más fuerza, como nuevo símbolo de la creciente usurpación de su verdadera naturaleza, tradición e historia.

  Además, tenemos el caso vasco, cuyas banderas históricas representativas de las libertades e historia provinciales, hijas de sus viejos fueros, han sido poco menos que eliminadas en favor de una bandera de un partido político con ambición nacionalista que imitó la divisa del Reino Unido de la Gran Bretaña –no sin el apoyo de la masonería británica- desvirtuando, al igual que en Cataluña, su naturaleza y tradición. Y así, con esa enseña política, humillarse arrojándose simbólicamente a los brazos de la “Pérfida Albión”, enemigo secular de España y la Fe Católica, y como no, refugio tradicional de infinidad de logias masónicas.

  Como vemos, lo que se nos acaba imponiendo como símbolos, no son fruto de errores, avances o casualidades, si no más bien las consecuencias de un plan oculto perfectamente trazado, dispuesto a eliminar del orbe cualquier esperanza para las libertades del hombre, empezando por los propios símbolos. No es casualidad por tanto, que España -ejemplar garante de libertades y principal sustento de la Tradición Católica- haya sido especialmente agredida desde hace siglos por los grupos que forman el “nuevo orden mundial”…
Pero eso es otro tema, hoy hablamos de falsas banderas, de la era pos-revolucionaria modernista masónica que padecemos seguiremos hablando, Dios mediante, otro día.

24/06/2015
Luis Carlón Sjovall

A.C.T. Fernando III el Santo

La Espada Lobera; "La breve historia de un concejal que no llegó a serlo"



Por su aspecto físico —hechuras para rellenar con soltura un amplio traje talar; mofletes gordezuelos; barba descuidada; pelo rizado, ralo, recolocado estratégicamente como si tratase de ocultar los indicios de una tonsura reciente o de una alopecia galopante— podría decirse que el concejal tiene el aspecto de un fraile cillerero. De esos que llevan siempre el hábito manchado de vino, con rastros de grasa y migas de pan pendiendo de la pechera. Su apariencia descuidada recuerda a la del monje cillerero Remigio da Varagine de El nombre de la rosa, encarnado en la adaptación cinematográfica de Jean Jacques Annaud por el actor austriaco Helmut Qualtinger.

Este concejal con aires de fraile rijoso y glotón se ha hecho famoso por sus tweets. Aunque lo primero que habría que remarcar es que, en su caso, más que gorjeos, sus píldoras de ciento cuarenta caracteres parecen ladridos o carcajadas de hiena hambrienta. No solo por ese cinismo cruel que desprenden, sino por el humor bilioso y revirado del que hace permanentemente gala. Un supuesto sentido del humor que él, a modo de excusa para tontos, trata de definir como humor negro.

Tanto este asunto del concejal, como en general los últimos casos de tuiteros escupiendo gracietas salvajes sin venir a cuento evidencian que en España hemos perdido el poco sentido del humor que nos quedaba. La falta de cultura e inteligencia habituales por estos lares han destruido los escasos restos de humor que sobrevivían a duras penas. ¿Pero realmente alguna vez llegamos a tener sentido del humor? Permítanme que lo dude. Como el que pierde el paladar a base de ingerir cantidades ingentes de comida podrida, lo más probable es que no seamos capaces de reírnos de nada porque estamos hartos de humoristas de tres al cuarto que pueblan las televisiones soltando patochadas escritas por guionistas de bolsillos vacíos y cajones repletos de mierda.

La izquierda en esto se lleva la palma. En gran medida por esa supuesta superioridad moral que les hace sentirse más inteligentes, más cultos, más guapos y más graciosos. Pero si algo caracteriza al sentido del humor de la izquierda es su desagradable y nauseabundo contenido político. Son expertos en utilizar la broma como si de una maquina de picar carne se tratase. Por eso las chanzas de ese fraile cillerero que aguantó de concejal de cultura el mismo tiempo que dura una fiesta etílica y loca siempre apuntaban contra los que no pensaban como él, contra los que no eran de su cuerda, contra aquellos cuyo sufrimiento le provoca risa en vez de dolor.

Hace mucho tiempo me enseñaron que una persona con sentido del humor no se pasa todo el día contando chistes como un payaso. Alguien con sentido del humor se caracteriza, sobre todo, por saberse reír de sí mismo, lo cual no casa mucho con el estilo sectario de este amago de comisario político. Porque cuando se le escucha hablar queda claro que se toma a sí mismo mucho más en serio que a las víctimas de sus chistes.

Este fantoche cargado de resentimiento y malafollá, aunque haya dimitido a medias, sigue con su cota de poder intacta. Aunque no le han permitido que imponga sus directrices en el mundillo cultural, ya ha encontrado a unos cuantos defensores que están de acuerdo en que humillar a los que no piensan como ellos está bien siempre que sean contrarios a su ideología. ¿Qué habría ocurrido si alguna de sus bromas hubiesen sido dirigidas contra la población palestina de Gaza, contra los presos de ETA o contra el gobierno de Venezuela? No hace falta que respondan; ya lo hago yo: le habrían obligado a renunciar a su acta de concejal; y, como le sucedió a Remigio da Varagine en El nombre de la Rosa, le habrían paseado encima de un carromato hasta la hoguera virtual que la progresía aviva a diario contra los que osan quebrar los inmutables principios de lo políticamente correcto.

21/06/2015
Ricardo Botín Fernández-Maríñez
A.C.T. Fernando III el Santo 


Fernando III: un rey para la unidad, la proyección internacional, y la ejemplaridad

Conferencia impartida por Don Juan José Lucas, Vicepresidente primero del Senado y Ex-Presidente de la Junta de Castilla y León en Autillo de Campos (Palencia) con motivo del 798 Aniversario de la Proclamación de Fernando III el Santo como Rey de Castilla.


      Queridas amigas, queridos amigos; señoras y señores
Autillo, centro de la historia de Castilla y León y de España, escenario privilegiado de la proclamación de Fernando III como rey de Castilla, es un hito imprescindible de nuestra tierra y de nuestra patria. Pero lo es también en la vida, el compromiso público y los afectos de quien os habla. Gracias por esta invitación y esta oportunidad de compartiros mi visión acerca de una empresa histórica formidable que está a punto de cumplir ochocientos años: la definitiva consolidación del histórico-proyecto castellano y leonés como columna vertebral del histórico proyecto español. La construcción de Castilla y León y España como realidades imperecederas. 
Todo empezó en Autillo en los últimos días de la primavera de 1217. Autillo es uno de esos grandes escenarios de la historia en donde nada termina, porque todo comienza. Un joven llamado Fernando, casi adolescente, se convierte en rey de Castilla. No estaba destinado a serlo, y su padre, Alfonso IX de León, no quiere verle erigido en soberano castellano. Pero, en 1230, ese joven castellano sucederá a su padre, y se convertirá en rey de León también. Y, en apenas dos décadas, cambiará la historia de España y de Europa para siempre. Porque, Castilla y León se convertirá en el pilar central de un proyecto histórico destinado a convertirse en uno de los grandes motores de la historia de la humanidad: el proyecto español.
 La figura de Fernando III pervivirá, y en toda su vigencia, mientras Castilla-León y España pervivan también como proyecto sugestivo de vida en común. Y lo harán, como decía don Julián Marías, "siempre que seamos leales a nuestro futuro". Es decir, siempre que seamos leales al futuro de grandeza que diseñó Fernando III. Un futuro de grandeza que hoy se plasma en el marco de paz, libertad y concordia que fuimos capaces de construir, y hemos sido capaces de compartir, en esta España constitucional de 1978.
 Y con ese objetivo último, que en mi caso, y en el de mi generación, es la obra de nuestras vidas, es decir, la conversión de España en una gran sociedad, me gustaría ser capaz de examinar, con todos vosotros, las tres imborrables lecciones históricas que, a mi juicio, nos dejó en herencia el reinado y el tiempo de San Fernando: la unidad, la proyección internacional, y la ejemplaridad. Para Castilla-León, y para España.
1. Unidad para la vertebración de Castilla-León y de España
La primera lección es, en efecto, la de la unidad. Y, más que la unidad, la vertebración política, territorial, jurídica, y en la identidad, de Castilla-León. A partir del reinado de Fernando III, es sabido, Castilla y León habrían de permanecer unidas. Y la unidad es un valor de Estado. El formidable despliegue castellano que, durante el reinado de Fernando III, en apenas dos décadas, permitió que Castilla llegara de mar a mar, del Cantábrico al Mediterráneo, y de la desembocadura del Bidasoa a la desembocadura del Guadalquivir, es fruto de ese empeño en la unidad. Baeza, Úbeda, Jaén, Córdoba, Murcia, Cartagena, Sevilla, la influencia en el Algarve y en la propia Granada... Las principales ciudades del mundo se incorporaron a la Corona castellano y leonesa, aportando nuevas dimensiones estratégicas a un actor político consolidado como el reino más extenso de Europa. 
Fernando III lideró un proceso de expansión territorial sin parangón en la historia de la Europa bajomedieval por su celeridad y su dimensión. Y fue posible en la unidad. Sólo en la unidad. Siempre en la unidad. Cuando los castellano y leoneses, y todos los españoles, nos unimos, no es que seamos más fuertes: somos imparables. Y la historia nos lo ha reiterado una y otra vez. Eso, y lo contrario.
La vocación unitaria de los reinos hispánicos durante toda la Edad Media es constante. Se inicia cuando los primeros catalanes de la historia pidieron al futuro Carlomagno regirse por el Liber Iudiciorum,  es decir, por el derecho del reino visigodo de Toledo, o lo que es lo mismo, por su propio derecho español, e hispani, españoles, fueron llamados por el rey de los francos cuando en 785 accedió a su pretensión. A partir de entonces, castellanos y leoneses, aragoneses y navarros compartieron el ideal histórico de la reconstrucción de ese primer reino español hasta que los Reyes Católicos lo materializaron. 
Fernando III casó a su primogénito Alfonso con Violante de Aragón, hija de Jaime I de Aragón, conquistador de Valencia y de Mallorca, quien habría de acudir en auxilio de su yerno Alfonso X, cuando en 1265 los musulmanes de Murcia se rebelaron porque, decía el rey Jaime, si no intervenía "es España entera la que se pierde". Cuando Fernando III falleció en Sevilla, en 1252, se encontraba preparando una expedición al Norte de África, un Norte de África que era parte integrante de España desde el Bajo Imperio Romano, con su provincia Mauritana Tingitana en la diócesis de Hispania, y durante el reino visigodo de Toledo. España no termina en los Pirineos ni en el Estrecho de Gibraltar. Ya decía José Bergamín que "España, ni grande ni pequeña: sin medida". 
La visión de Fernando III era, pues, plenamente hispánica. Tanto su política matrimonial como su acción estratégica y militar perseguían crear las condiciones para la paulatina integración de los reinos y territorios peninsulares. Y, por otra parte, era una visión compartida por ese gran rey español llamado Jaime I de Aragón. Fernando III trabajó para la unidad. Como todas las grandes personalidades de la historia. No hay grandeza en la llamada a la ruptura o a la fractura. Romper es siempre, y especialmente en circunstancias críticas, lo más fácil. Romper es el recurso de los mediocres. Es más fácil, y más rápido, destruir que construir.
Pero la historia reconoce a sus predilectos entre los visionarios que, en vez de pensar en la próxima estación, o en la próxima elección, piensan en la próxima generación. La historia es de los constructores. La principal avenida de Berlín está dedicada "a la unidad alemana". Los constituyentes de los Estados Unidos de 1787 querían "hacer una Unión más perfecta". Fernando III es uno de esos creadores de unidad. Ojalá hubiera avenidas de la unidad de España en nuestros pueblos y ciudades. Y ojalá una placa recordara, en esas avenidas, a Fernando III, el rey que empezó la unidad de Castilla-León, y de España, en Autillo.
2. Una Castilla líder en el mundo
Pero Fernando III quería que Castilla-León disfrutara de una presencia internacional protagonista, ocupando el rango de gran potencia al que se había hecho acreedora por su dimensión geoestratégica, como la Corona más extensa de Occidente, por encima de una Francia e Inglaterra en pugna por la herencia de los Plantagenet.
Apenas unas décadas antes, el rey Alfonso VIII de Castilla había ya iniciado una ambiciosa política internacional al casar, precisamente, con Leonor Plantagenet, hija de Enrique II Plantagenet y de Leonor de Aquitania, procediendo a potenciar las villas del Norte de Castilla con sucesivos fueros para Castro-Urdiales, Santander, Laredo y San Vicente de la Barquera entre 1163 y 1210, y anexionándose, además, los territorios vascos. El futuro estratégico y comercial de Castilla miraba hacia el Atlántico.
Pero Fernando III imprimió un definitivo impulso a ese proyecto estratégico. Porque, en primer y fundamental término, creó la marina de Castilla, decisiva para la conquista de Cartagena, en 1244, y después de la Baja Andalucía, sobre todo de Sevilla en 1248. Y, muy pronto, la marina de Castilla y León, la Corona más marinera de Europa, se convirtió en la más poderosa del mundo, como habría de demostrarse cuando, en 1372, las naves castellanas se impusieron en la batalla de La Rochela a la marina inglesa, estableciendo una hegemonía que no habría de quebrarse hasta la batalla de Las Dunas, enfrente de Dunquerque, en 1659. Durante tres siglos, el mar fue de Castilla y de España.
Fernando III sabía que el destino de Castilla y León estaba en el mar, es decir, en el comercio atlántico. Y sabía también que Andalucía y Murcia le permitirían completar la Reconquista cuando sometiera Granada, y se convertirían en la base para la conquista del Norte de África y, quién sabe, de una futura Cruzada, la que habría de emprender su primo Luis IX de Francia, hijo de Luis VIII y de su tía Blanca de Castilla, hermana de la reina Berenguela, la gran y venerada regente de Francia durante la minoridad del futuro San Luis.
Pero, probablemente, el jalón más indicativo del programa internacional de Fernando III reside en su primer matrimonio con la princesa Beatriz de Suabia, de la Casa imperial alemana de Staufen, quien habría de legar a su hijo, el futuro Alfonso X, los derechos a la sucesión en el Sacro Imperio Romano Germánico. Castilla se incardinó así, y plenamente, en los avatares de la política internacional, como un agente político y estratégico de primer orden. Y el Derecho Común, que había ya penetrado en las Coronas de Navarra y de Aragón, se introdujo también en Castilla de la mano del propio príncipe Alfonso, quien tan pronto sucedió a su padre en 1252 ultimó un Fuero Real  cuya concesión a las grandes ciudades de la mitad Sur del reino habría de acelerar el proceso de vertebración jurídica del territorio ya unido políticamente por su padre.
3. La política, camino de santidad y de ejemplaridad
Pero Fernando III no es una figura excepcional de nuestra historia, únicamente, por sus logros extraordinarios en el ámbito de la política interior y de la política exterior. Me ha resultado siempre muy llamativa, como el historiador del Derecho que fui y, creo, siempre he sido, la vastísima enumeración de grandes personalidades de la historia cuyos biógrafos apuntan, como si de un mérito se tratase, su cinismo, su doblez, su falta de escrúpulos, o su talante sanguinario, siempre que trabajaran en beneficio de su propio país. Enrique VIII y su hija, la reina Isabel I de Inglaterra, el cardenal Richelieu, Oliver Cromwell, Napoleón... son siempre disculpados de sus abusos y crímenes por haber servido fielmente a los superiores intereses de la razón de Estado.
Sin embargo, Fernando III demostró que la generosidad y la ejemplaridad no son incompatibles con la grandeza política. Fernando III no fue un criminal con vocación de estadista. La biografía que René Lejeune le dedicó a uno de los padres de Europa, Robert Schuman, se llama La política, camino de santidad. Y, en efecto, también en el caso de Fernando III, nos encontramos ante un supuesto paradigmático de recto y noble ejercicio del poder. Porque el poder no es un ente perverso, sino un instrumento con el que los seres humanos podemos y debemos servir a nuestros semejantes y hacer el bien. Con honor y bondad, se convierte en una maravillosa oportunidad para contribuir a que las vidas de nuestros conciudadanos sean mejores.
Fernando III es un político ejemplar porque es un hombre bueno. Y en un siglo tan terrible como el siglo XIII acude siempre que le es posible a la negociación, a la acción diplomática, a la alianza, a la concertación, a la obtención de sus objetivos con la menor efusión de sangre posible. Fernando III es, por todos los conceptos, y en la mejor de las posibles interpretaciones de la expresión, un político que sabe dónde va, que suma, leal a su tarea, tenaz en la persecución de sus objetivos.
La santidad que le acompaña encierra un enorme significado, es obvio, para quienes profesamos la fe cristiana, y tratamos de conocer las virtudes que pueden y deben edificar nuestra conducta en este mundo. Pero en Fernando III podemos encontrar un conjunto de virtudes que creyentes y no creyentes, debemos compartir como ciudadanos, y muy especialmente quienes disfrutamos del honor y de la responsabilidad de dedicarnos al servicio público.
Fernando III es la humildad, la sencillez, la mesura, la voluntad de servicio, la austeridad, la contención, la cercanía, la honestidad. Un líder con misión y visión. Un profundo conocedor de la historia, de sus lecciones, de sus grandes corrientes, de sus oportunidades, y de su naturaleza implacable, pero también siempre abierta a la capacidad creadora del hombre. Un hombre que padece una infancia difícil, de separaciones y desgarramientos familiares, que accede a su destino enfrentándose con su propio padre. Y que deja a su hijo Alfonso X una de las más formidables herencias de la historia.
Termino. Fernando III es la unidad, el liderazgo internacional, y la vocación de ejemplaridad. Me permitiréis que diga que, por lo tanto, Fernando III es España, es Castilla-León, y es Autillo. Al presidente francés Charles de Gaulle le preguntaron una vez cómo se reconocía en la calle a uno de sus seguidores, a un gaullista. De Gaulle respondió que un gaullista era una mujer o un hombre que tomaba el autobús, el tranvía, o el metro. Es decir: un ciudadano.
Yo reconozco las virtudes y las cualidades de Fernando III hoy aquí, en Autillo. Las he reconocido en las nueve provincias de nuestra Comunidad. En sus más de dos mil doscientos municipios, después de recorrerlos todos y cada uno, y todos y cada uno de sus pueblos. Fernando III sois todos vosotros.
El mejor legado de Fernando III es que cuanto fue, sigue siendo. Cuanto construyó, permanece en pie. Todo aquello por lo que trabajó, sigue impulsando nuestros propio trabajo. La unidad, el afán de apertura a un mundo que es nuestra casa, el compromiso con un ideal de vida recto y honesto, informado por la gratuidad de quien hace el bien sin esperar nada a cambio, y la gratitud de quien disfruta de cada día de su vida con la maravillosa convicción de que la existencia humana es una oportunidad irrepetible para aprender de nuestros conciudadanos y hermanos, para conocerles, y para quererles.
Todo eso nos evoca los nombres, para siempre unidos, y para su mutua gloria, de Fernando III de Castilla y de Autillo. Aquí empieza una historia ocho veces centenaria, y la responsabilidad que sobre los hijos de Autillo recae de continuarla y engrandecerla. Gracias por dejarme ser, por un día, parte de esa historia y de esa responsabilidad, parte de esta tierra y de este cielo de San Fernando. Gracias por vuestra hospitalidad. Y gracias por vuestra atención.   Muchas gracias.


Juan José Lucas Giménez. 
Vicepresidente primero del Senado.
Autillo de Campos, 13 de junio de 2015

Manifiesto "Proclamación 2015"



En este preciso lugar, a las afueras de Autillo de Campos, a extramuros que nos recuerdan las crónicas, junto a la vieja ermita y bajo un gran olmo, fue Proclamado Rey de Castilla Fernando III el Santo un ya lejano 14 de junio de 1217.

  Hoy, 798 años después, con la humildad natural del pueblo castellano, pero también con el orgullo de quien se sabe hijo de una tierra y una cultura que alcanzó dimensión universal, nos reunimos aquí, en el que ya popularmente es conocido por los vecinos como “Parque de Fernando III el Santo”, junto a la Placa que recuerda la Proclamación y el simbólico olmo plantado hace un año, símbolo de tan gloriosa efeméride,  para rendir tributo y homenaje al Rey Fernando III el Santo y como no, también a su madre la Reina Berenguela (tan querida desde siempre en este sitio), haciendo extensivo ese homenaje al espléndido legado cultural e histórico que alberga la Tierra de Campos Palentina.

  Fernando III el Santo salió ya Rey de aquí, eso significa la Proclamación que conmemoramos, aunque tuviese que esperar dos semanas para el 2 de julio de ese mismo año ser reconocido como tal por las Cortes en Valladolid, un trámite necesario, pero que no quita un ápice de legitimidad a lo sucedido en este preciso lugar.

  Apenas contaba con 16 años el joven príncipe, (pues nació con casi toda seguridad a finales de junio 1201), comenzando uno de los reinados más gloriosos de la Historia de España. Tras unos primeros años dedicados a la pacificación del Reino, Fernando III se convirtió en el gran paladín de la Reconquista (recordemos que conquistó los reinos de Córdoba, Jaén y Sevilla, además de dominar en régimen de vasallaje los de Murcia y Granada) administrando con gran maestría el legado heredado de su abuelo Alfonso VIII tras la Batalla de Navas de Tolosa; También cabe recordar que fue durante su reinado que se unificaron definitivamente los Reinos de León y Castilla en el año 1230, que promovió la traducción del Fuero Juzgo e impuso el castellano como idioma oficial de sus reinos en sustitución del latín, o que durante su gobierno se promovió como nunca antes el arte y la cultura, siendo el reinado de su hijo Don Alfonso X el Sabio un buen ejemplo de ese renacer cultural que fecundó Castilla aquella primera mitad del Siglo XIII.. Este magnífico legado, unido a su inquebrantable moralidad y afán de justicia en todo, acabó llevando a San Fernando a los altares, tras su prematura muerte en 1252 en Sevilla.

  Todo ello comenzó aquí, en la Tierra de Campos palentina, en esta localidad de Autillo de Campos. Sin duda motivos no nos faltan para celebrar y recordar nuestra inmensa Historia por toda Castilla y León.  En Autillo, ese sentimiento de legado histórico siempre ha existido, y por ello, aunque con la vista puesta de manera especial en el VIII Centenario a celebrar el año 2017, ya nunca más ha de extraviarse el recuerdo de lo que aquí sucedió una lejana Primavera de 1217…  


Proclamación de Fernando III el Santo 2015



Por segundo año consecutivo, Autillo de Campos conmemoró la Proclamación de Fernando III el Santo como Rey de Castilla con un buen puñado de actividades.
Desde nuestra Asociación, queremos expresar un sentido agradecimiento al equipo de gobierno del Ayuntamiento de Autillo de Campos, sin cuyo compromiso esto no sería posible, así como a la Excma. Diputación de Palencia por su inestimable colaboración. También queremos agradecer la presencia de distintas autoridades locales, provinciales y nacionales empezando por Don Juan José Lucas, quien además de acompañarnos durante buena parte de la jornada, impartió una excelente conferencia recordando la importancia de la “Proclamación” para la historia de España, y especialmente para nuestra tierra castellano-leonesa. Por último, agradecer a todos aquellos que con su esfuerzo e ilusión han participado en el buen devenir de la jornada, desde las gentes de Autillo y comarca, los miembros de la Sociedad Medieval de Recreadores, medios de comunicación que han ayudado a difundir el evento, artesanos que animaron -junto al “maestro paellero”- el paladar de la jornada con sus productos palentinos, y a todos los que nos acompañaron viajando desde otras tierras en esta jornada tan importante para nosotros, y que tan necesario es seguir haciendo crecer. El objetivo, es que en el año 2017, Palencia rinda el justo tributo a este importantísimo hecho histórico, y su consolidación en el tiempo, para lo cual será fundamental la implicación de todos, especialmente de las gentes de nuestra querida Tierra de Campos.



La jornada comenzó con la inauguración de la feria gastronómica, la exposición de ropas y utensilios del S. XIII y las demostraciones de tiro con arco y combates medievales a cargo de los miembros de la Sociedad Medieval de Recreadores.



Posteriormente, una comitiva se desplazó hasta el Parque Fernando III el Santo, donde se realizó la ofrenda bajo el olmo de la Proclamación. Tras explicar a los asistentes el simbolismo del olmo, se llevó a cabo la lectura de un manifiesto por el Presidente de la ACT Fernando III el Santo. Finalmente, se invitó a Don Juan José Lucas a depositar junto a la placa que recuerda la efeméride, una corona de laurel portada por los más jóvenes.


En la espléndida iglesia de Santa Eufemia, epicentro de la localidad, Don Juan José Lucas impartió una magnífica conferencia, resaltando la necesidad de recuperar los valores y tradiciones del pueblo castellano, poniendo como ejemplo la personalidad de San Fernando, y a Autillo de Campos como epicentro simbólico de vieja Corona de Castilla. Tras la conferencia, un concierto de cámara clausuró los actos matinales.



La tarde comenzó con una conferencia interactiva a cargo de la Sociedad Medieval de Recreadores en la que se repasaron las vestimentas y armas del S. XIII. A continuación, en el inmejorable marco que nos concede el portal de la iglesia de Santa Eufemia se realizó de nuevo la representación de la Proclamación de Fernando III el Santo como Rey de Castilla. La jornada finalizó con una representación de un supuesto combate entre los alféreces de los reinos de León y Castilla.

Festividad de San Fernando 2015




  Un año más, cumpliendo con lo que marca nuestra tradición, celebramos el pasado 30 de mayo la Festividad de San Fernando con distintos actos, siendo el central la misa que en honor a nuestro Santo Patrón, se celebró en la Capilla de San Fernando de la Catedral de Palencia.

  Durante la ceremonia, oficiada un año más por el padre Don José Alonso Bustillo, se hizo hincapié en la difícil situación que atraviesan nuestros hermanos en la fe que viven bajo el terror islamista, así como la situación de descomposición moral y social de nuestra sociedad. Como contraposición se recordaron algunas de las virtudes del Rey Fernando III el Santo, y lo importante de tenerlo en estos tiempos que corren como referente, ya no solo en su condición de hombre santo, también en las de gobernante justo, cruzado ejemplar, y hombre de familia intachable en su triple condición de hijo, esposo y padre.


  Tras la ceremonia, el Presidente de la Asociación trasladó a los presentes un breve discurso, recordando la obligación que hoy, más que nunca, tiene nuestra Asociación para con nuestra sociedad, y por ende la responsabilidad de sus miembros, en un tiempo en que parece que nadie esté dispuesto a levantar la bandera de los valores tradicionales y del honor personal. Finalmente, se entregaron en la propia Capilla de San Fernando los diplomas acreditativos a los nuevos socios de la A.C.T. Fernando III el Santo.


  Los actos concluyeron con la tradicional cena de hermandad en un céntrico restaurante palentino, tras la cual se entregó el Premio San Fernando 2015 a Don Dionisio Mena Tinajas, en agradecimiento a su buen hacer en pro del buen devenir de la Asociación.

      Viva San Fernando, Viva España y Viva Cristo Rey!!!

Espada Lobera, El nuevo Frente Popular ya se ha gestado



  El 24 de mayo de 2015 puede pasar a la Historia de España como la fecha en la que la sociedad española dió un paso firme hacia el nuevo abismo que se abre ante nosotros. El comunismo vuelve a asomar en el horizonte español. Se calcula en 100 millones de muertos los que ha dejado por el mundo desde que en 1917 comenzara a enseñar su verdadera cara; los damnificados son tantos que es imposible calcular su número.

¿Cómo es posible que una sociedad, que casi había conseguido librarse de esa lacra, vuelva a dar aire a los exterminadores de la libertad?

La estrategia:

Los imperios caen por debilidades propias y fortalezas ajenas. La suma de factores debilitadores de los valores y de la identidad cultural, como las nefastas leyes de educación, el aborregamiento de la sociedad con telebasura permanente, y el adoctrinamiento sistemático desde los medios de comunicación durante décadas han influido, pero no era suficiente.

La fortaleza de esta nueva faceta de tan viejo enemigo está en su coordinación, su disciplina de voto, el manejo de nuevas tecnologías, el uso de los "falsos amigos" como nuevos caballos de Troya, y el camaleonismo en sus nombres y marcas.

Todo recuerda a las tácticas etarras para burlar la Ley de partidos, que lograba que sus simpatizantes tuvieran una lista a la que votar que siempre conseguía un número de votos similar.

Para mayor publicidad de sus tesis, el éxito electoral que han logrado estas agrupaciones de comunistas en Madrid es el más espectacular, digno de un detenido estudio, pues han conseguido ser la segunda fuerza política en el ayuntamiento de la capital de España, partiendo de una existencia alejada de la posibilidad de conseguir el poder en lo que llevamos de siglo XXI.

El nombre bajo el que se han camuflado estos comunistas de toda la vida es Ahora Madrid, y ha obtenido el 31,85% de los votos, en estas elecciones el mayor porcentaje de España en capital de provincia para una lista similar, solo 44.000 votos menos que la lista del Partido Popular que presentaba a Esperanza Aguirre y ganó las elecciones con el 34,55%.

Este caso es digno de estudio y llama la atención, porque no solo va a ser el trampolín para este tipo de formaciones a nivel nacional, especialmente de cara a las elecciones generales próximas sino que van a intentar copiar en todo lo posible la estrategia que han seguido en esta circunscripción, por ser en la que mejores resultados han obtenido.

Los preliminares:

Los antecedentes dignos de destacar en las dos semanas de campaña electoral previa fueron una Esperanza Aguirre reconciliándose con su electorado tradicional, intentando aparecer en todas partes donde le daban ocasión, atender la calle y ofrecer su modelo de ciudad, mientras pocos medios hablaban de Manuela Carmena, cabeza de lista por Ahora Madrid. Hazte Oir inició una campaña contra Cristina Cifuentes, candidata por el PP a presidir la CAM por haber defendido públicamente el aborto. Al mismo tiempo comenzaron a circular whatsapp, mensajes de texto y consignas en facebook y twitter animando a votar a Manuela Carmena como candidata idónea  contra Esperanza Aguirre, aunque se votase a otro partido a la Comunidad Autónoma de Madrid. Según las encuestas Esperanza casi rozaba la mayoría absoluta cuando ilegalmente se filtró a los medios 3 días antes de las elecciones, y fue noticia difundida por todas las televisiones, su declaración de la renta, con ingresos declarados de 369.000 euros.

Quizá nunca se sepa quien está detrás de esa filtración, ha pasado una semana y casi nadie se preocupa ya. Pero siendo ilegal, supuso el hecho clave de esta campaña, movilizó los votos para la líder comunista, y relajó a los potenciales votantes de Esperanza Aguirre.

Los datos:

En Madrid se celebraron también ese día las elecciones a la Comunidad Autónoma, con aproximadamente los mismos partidos para un número de electores similar y parecidos datos de votos nulos y en blanco.

En el municipio de Madrid hubo 232.237 votos más para la lista de Ahora Madrid que para su equivalente en la Comunidad, Podemos.

Las diferencias entre votos a las listas de partidos en la CAM respecto a los votos recogidos por sus candidaturas al ayuntamiento son apreciables:
PSOE tuvo  166.926  votos más en la comunidad que su lista al ayuntamiento.

IU tuvo 39.215 votos más en la comunidad que su lista al ayuntamiento.

Otros partidos de ideología cercana a un hipotético Frente Popular consiguieron 9.716 votos más  en la CAM que en sus listas al ayuntamiento.

Partidos de la órbita de Hazte Oir tuvieron 14.458 votos más en la comunidad que sus correspondientes listas al ayuntamiento que presumiblemente fueron a apoyar a Esperanza Aguirre.

La traición:

Pero lo increíble es que el PP  tuvo 5.211 votos más en la CAM que su lista al ayuntamiento, lo que significa que probablemente al menos 20.000 votantes de la lista del PP a la Comunidad de Madrid votaron a Manuela Carmena y a sus comunistas, para  condenar a Esperanza Aguirre a una victoria pírrica en vez de a una mayoría  posible  que ofreciera libertad y progreso a los madrileños. Se obtienen de compensar los casi 15.000 que siguieron la recomendación de Hazte Oír, más los 5.211.

¿Por qué un votante del PP a la CAM iba a votar a los comunistas de Carmena al ayuntamiento?

Quizá por fastidiar a Esperanza Aguirre, por ser el "verso suelto" del PP, o por envidia tras ver publicada su declaración de la renta (¿filtrada desde el Ministerio de Hacienda?), o por la campaña permanente en su contra desde los medios de comunicación, siempre con el sanbenito de ultraderechista o por considerarle un enemigo político para algunos miembros de dentro del partido popular. En definitiva, ahí están los números, y muchos votantes del PP en la CAM decidieron sumarse a esa  extrema izquierda disfrazada de abuelita progre. ¿Hubo consigna de votar a Manuela Carmena en vez de a Esperanza Aguirre desde Génova?

Una vez más la traición, la puñalada trapera al servicio de intereses bastardos, nos cambia el futuro y da alas al verdadero enemigo de la libertad y de España. Un buen resultado de Esperanza Aguirre implicaba poder recuperar a una candidata dispuesta a dar la batalla de las ideas en contraposición a la rendición permanente que ha demostrado ser Rajoy. Podía traer la revitalización de ese PP arriolista, socialdemócrata, rendido a los separatistas, a la ideología de género y abortista... en definitiva, moribundo por haber traicionado su verdadera razón de ser: dar visibilidad política al católico medio español.

Un partido político no se improvisa, requiere muchas dosis de trabajo, oportunidad, liderazgo, suerte, contactos... El nuevo Frente Popular ya ha demostrado hasta que punto sabe organizarse, camuflarse y conquistar las instituciones con estas nuevas caras que es capaz de adoptar. Veremos si esa puñalada que ha recibido Esperanza Aguirre desde Génova no se convierte en un hara-kiri para todo el partido en las próximas elecciones.

30/05/2015
Juan Bermejo Herrero
A.C.T. Fernando III el Santo

Batalla de Clavijo.. Santiago y Cierra, España



Como cada 23 de mayo -día simbólico como pocos para quienes amamos y defendemos nuestra Historia y Tradiciones-, recordamos el Voto de Santiago, hecho por el Rey Ramiro I en 844 tras la victoria cristiana en la milagrosa Batalla de Clavijo frente a los ejércitos extranjeros del emir Abderramán II, en agradecimiento a la ayuda aportada por nuestro Apóstol protector, Santiago Matamoros..
El voto, invalidado por las revolucionarias Cortes de Cádiz en 1812, y con posteridad nunca restablecido convenientemente; permanece en vigor para todos aquellos que sean y sientan la verdadera España.
¡Santiago y Cierra, España!!!!


1.- En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
2.- No se han de pasar en silencio los hechos de los antepasados por los que los sucesores puedan ser aleccionados en lo bueno; sino antes al contrario deben consignarse en documentos escritos para lo que, con su recuerdo, sean los venideros invitados a imitar el buen ejemplo.
3.- Por ello yo, el rey Ramiro y la mujer que Dios me dio, la reina Urraca, con nuestro hijo el rey Ordoño y mi hermano el rey García, encomendamos a la fidelidad de la escritura la ofrenda que hicimos al muy glorioso Apóstol de Dios, Santiago, con la conformidad de los arzobispos, obispos, abades y de nuestros príncipes y de todos los cristianos de España, para que acaso, por ignorancia de nuestros sucesores, no traten de deshacer lo por nosotros hecho, sino que acordándose de nuestra obra, se muevan a imitarla.
4.- Escribimos también las causas que nos inclinaron a hacer esta oblación, para que llegue a noticia de nuestros sucesores de ahora en adelante.
5.- Hubo no mucho tiempo después de la ruina de España causada por los sarracenos en tiempo del rey Rodrigo, algunos de nuestros predecesores, reyes de los cristianos, perezosos, descuidados, flojos e indolentes, cuya vida ciertamente no se puede poner por modelo a ninguno de los fieles.
6.- Estos (mejor sería callarlo), con el fin de que los sarracenos no les molestasen con sus incursiones guerreras, pactaron con ellos vergonzosos tributos, a saber: darles cada año cien doncellas de extraordinaria hermosura, cincuenta de la nobleza española y cincuenta del estado llano. i Oh dolor! y ejemplo indigno de la posteridad. Por adquirir una paz temporal y transitoria se entregaba la cristiandad cautiva para satisfacer la lujuria mahometana.
7.- Desde el día en que Nos, descendiente de los antedichos príncipes, tomamos, por la misericordia de Dios, las riendas del gobierno, tuvimos como primer cuidado, inspirándonoslo la bondad divina, abolir semejante oprobio de nuestro pueblo.
8.- Con el fin de realizar tan digno proyecto, comunicamos nuestro pensamiento, primero a los arzobispos, obispos, abades y varones religiosos; después, a todos los príncipes de nuestro reino.
9.- Resuelto al fin y tomando el prudente y saludable consejo, dimos en León leyes y fueros a nuestros pueblos, que se debiesen guardar por todas las provincias de nuestro reino.
10.- Asimismo promulgamos decreto general a todos los príncipes de nuestro reyno para que juntasen de todos nuestros dominios los hombres fornidos y aptos para la guerra, tanto nobles como plebeyos, de a caballo y de a pie, reuniéndolos todos en día determinado prontos para la marcha.
11.- Rogamos también a los arzobispos, obispos, abades y varones religiosos, que estuviesen presentes, para que, con sus oraciones, aumentase, por la misericordia de Dios, el esfuerzo de los nuestros.
12.- Cumplióse así nuestro mandato y, habiendo dejado para cultivar las tierras solamente a los débiles y menos útiles para la lucha, se juntaron para la salida los demás, no tanto coaccionados por nuestra orden, cuantos voluntarios por el amor de Dios que les guiaba.
13.- Con esta gente reducida yo, el rey Ramiro, confiando más en la misericordia de Dios que en la multitud de mi ejército, una vez atravesadas las tierras intermedias, enderecé mi camino a Nájera, de donde pasé a un lugar que se llama Albelda.
14.- Pero entre tanto los sarracenos, conociendo nuestra venida por los rumores que les llegaron, se reunieron contra nosotros todos los de aquende el mar; y avisados por cartas y mensajeros los de allende nos acometieron todos con grande multitud y fuerzas muy poderosas.
15.- ¿Qué más? El caso fue, y de él no podemos acordarnos sin lágrimas, que cayendo muchos de los nuestros a causa de los pecados, maltrechos y heridos los demás, nos dimos a huir y sin orden llegamos al collado que llaman CLA VIJO.
16.- Una vez allí y apelotonados en un peñasco, pasamos casi toda la noche entre sollozos y plegarias, ignorando completamente qué habíamos de hacer al siguiente día. Entretanto, me tomó el sueño a mí, el rey Ramiro, mientras revolvía muchos pensamientos y estaba perplejo de la suerte de los cristianos.
17.- Y estando yo durmiendo, se dignó aparecérseme, en figura corporal, el bienaventurado Santiago, protector de los españoles; y, como yo, admirado de lo que veía, le preguntase ¿quién era?, me aseguró ser el bienaventurado apóstol de Dios, Santiago. Poseído yo entonces de mayor asombro, que en modo extraordinario me produjeron tales palabras, el bienaventurado apóstol me dijo. " ¿Acaso no sabías que mi Señor Jesucristo, distribuyendo las otras provincias del mundo a mis hermanos, los otros apóstoles, confió por suerte a mi tutela toda España y la puso bajo mi protección? y, apretando con su mano la mía, prosiguió: Buen ánimo y ten valor, pues yo he de venir en tu ayuda y mañana, con el poder de Dios, vencerás a toda esa gran muchedumbre de enemigos por quienes te ves cercado. Sin embargo, muchos de los tuyos destinados al descanso eterno recibirán la corona del martirio en el momento de vuestra lucha por el nombre de Cristo.
18.- Y para que no haya lugar a duda, tanto vosotros como los sarracenos, me veréis sin cesar vestido de blanco, sobre un caballo blanco, llevando en la mano un estandarte blanco. Por tanto, al punto de rayar el alba, recibido el sacramento de la penitencia con la confesión de los pecados, celebradas las Misas y recibida la Comunión del Cuerpo y la Sangre del Señor, no temáis acometer a los escuadrones de los sarracenos, invocando el nombre de Dios y el mío, teniendo por cierto que ellos caerán al filo de la espada. Dicho todo esto, desapareció de mi presencia la agradable visión del apóstol de Dios.
19.- Empero yo, despertado prontamente por tan singular visión, la comuniqué con lágrimas y sollozos a los arzobispos, obispos, abades y varones religiosos llamados aparte: ellos, pues, estando primero en oración, dieron muchas gracias a Dios y al apóstol por tan maravillosa consolación y se apresuraron después a poner en práctica la orden que se me había dado.
20.- Armada ya y puesta nuestra gente en orden de batalla, entramos en lucha con los sarracenos y el bienaventurado apóstol de Dios se apareció como lo había prometido, instigando a ambos, pero realmente animando a nuestras huestes para el combate, y entorpeciendo y desbaratando a los contrarios.
21.- Tan pronto como esto vimos, entendimos haber sido cumplida la promesa del bienaventurado apóstol y alegres sobremanera con tan señalada visión, comenzamos a dar grandes voces que salían de lo íntimo del corazón, invocando el nombre de Dios y el del apóstol, con este grito: ¡Que Dios nos ayude y Santiago! Esta fue la primera vez y en aquel lugar que se hizo tal invocación en España; y por la misericordia de Dios no sin fruto, pues cayeron este día en el campo de batalla setentamil sarracenos.
22.- A continuación, destruidas y tomadas sus defensas, seguimos en su alcance y conquistamos la ciudad de Calahorra, restituyéndola a la fe cristiana.
23.- Teniendo, pues, en cuenta después de la inesperada victoria, este tan gran milagro del apóstol, pensamos establecer para nuestro patrono y protector, el muy bienaventurado Santiago, algún don que durase por siempre. De consiguiente ordenamos por toda España e hicimos voto, que se ha de guardar en todas las partes de España, que Dios nos conceda librar de los sarracenos por la intercesión del Apóstol Santiago, de pagar perpetuamente cada año, a manera de primicias, de cada yugada de tierra una medida de la mejor mies, y lo mismo del vino, para el mantenimiento de los canónigos que residen en la iglesia del bienaventurado Santiago y para los ministros de la misma iglesia.
24.- Concedimos también e igualmente confirmamos para siempre, que los cristianos por toda España, de todo el botín que en cada una de las expediciones cogieren a los sarracenos, den con toda exactitud a nuestro glorioso patrono protector de España, el bienaventurado Santiago, tanta parte y porción como corresponde a un soldado de a caballo.
25.- Nosotros, todos los cristianos de España, hemos prometido con juramento dar cada año a la iglesia del bienaventurado Santiago todos estos donativos, votos y ofrendas que arriba se indican y así tenemos canónicamente determinado que se observe perpetuamente por nosotros y nuestros descendientes.
26.- Por tanto, os pedimos Padre omnipotente y Dios eterno, que mediante los méritos del bienaventurado Santiago no os acordéis, Señor, de nuestras iniquidades, sino que sola vuestra misericordia nos valga, aunque indignos de ella. Y todo cuanto a honor vuestro dimos a vuestro bienaventurado apóstol Santiago y ofrecimos de las cosas que de vos y por su medio hemos adquirido para nosotros y nuestros sucesores, sirvan para remedio de nuestras almas, y por su intercesión os dignéis admitirnos con vuestros elegidos en las moradas eternas, donde en Trinidad vivís y reináis por los siglos de los siglos. Amen.
27.- También queremos y establecemos se observe siempre, que todos cuantos vengan de nuestro linaje presten su favor y ayuda para los sobredichos votos del bienaventurado Santiago.
28.- Y si alguno de nuestra familia o de otras llegase a quebrantar este nuestro testamento o no ayudase a cumplirlo, cualquiera que ése fuese, clérigo o seglar, sea para siempre condenado al infierno con Judas el traidor y Datán y Abirón, a quienes vivos tragó la tierra; y sus hijos queden huérfanos, y su mujer, viuda; y que su reino temporal lo posea otro; y sea privado de la comunión del Cuerpo y de la sangre de Cristo; y, finalmente, no entre jamás en la participación del reino eterno. Además pague a cada una por mitad seis mil libras de plata a la regia majestad y a la iglesia del bienaventurado Santiago. y que esta escritura quede en vigor para siempre. Del mismo modo, nosotros los arzobispos, obispos y abades, que por merced divina vimos con nuestros propios ojos aquel mismo milagro, que nuestro Señor Jesucristo, por mediación de su apóstol Santiago, sé dignó mostrar a su siervo, nuestro ilustre rey Ramiro, confirmamos a perpetuidad el citado hecho de donación y voto del mismo rey, nuestro y de todos los cristianos de España, y sancionamos canónicamente su observancia.
29.-Y si alguno llegare a quebrantar esta escritura y voto de la iglesia del bienaventurado Santiago o se negase a pagarlo, cualquiera que él fuese, rey o príncipe, plebeyo, clérigo o seglar, le maldecimos y excomulgamos, condenándole a ser atormentado por siempre jamás en el infierno con Judas el traidor. Hagan esto mismo con devoción todos nuestros sucesores arzobispos y obispos. Y si no quieren, queden condenados por autoridad del omnipotente Dios Padre e Hijo y Espíritu Santoy por la nuestra; y queden ligados con excomunión y deudores del poder que Dios les entregó.
30.- Fue hecha esta escritura de votos, donación y ofrenda en la ciudad de Calahorra en el señalado día 8 de las Calendas de junio, era 872 (25 de mayo del año 834).
31. Confirmamos con. nuestra propia firma este escrito que hemos hecho yo, el rey Ramiro, a una con mi mujer la reina Urraca y nuestro hijo, el rey Ordoño y mi hermano el rey García. Estuvieron presentes.
32.- Yo Dulcidio, arzobispo de Cantabria, que estuve presente, confirmo, yo Severo, obispo de Oviedo, que estuve presente, confirmo, yo Oveco, obispo de Astorga, que estuve presente, confirmo, yo Salomón, obispo astoririense, que estuve presente, confirmo, yo Rodrigo, obispo de Lugo, que estuve presente, confirmo, yo Pedro, obispo de Urja, que estuve presente, confirmo.
33. Yo la reina Urraca, confirmo, yo el rey Ordoño, su hijo, confirmo, yo el rey Ramiro, confirmo.
34.- Osorio Pérez, mayordomo del rey, que estuve presente, confirmo, Pelayo Gutiérrez, escudero del rey, que estuve presente, confirmo. Menendo Suárez, potestad de la tierra, que estuve presente, confirmo. Rodrigo González, potestad de la tierra, que estuve presente, confirmo. Gudesteo Osoriez, potestad de la tierra, que estuve presente, confirmo. Severo Menéndez, potestad de la tierra, que estuve presente, confirmo.
35.- Gutierre Osoriez, potestad, que estuve presente, confirmo. Osorio Gutiérrez, potestad estuve presente, confirmo. Ramiro García, potestad, que estuve presente, confirmo.
36.-Martín, testigo. Pedro, testigo. Pelayo, testigo. Severo, testigo. Menendo, testigo.
37.- Vicente, sayón del rey, testigo.
38.- Nosotros, todos los moradores de las tierras de España, que estuvimos presentes y con nuestros propios ojos vimos el sobredicho milagro de nuestro patrón y protector el gloriosísimo apóstol Santiago y alcanzamos por la misericordia de Dios el triunfo de los sarracenos, sancionamos todo lo arriba descrito y lo confirmamos a fin de que permanezca para siempre.
39.- Yo Pedro Marcio, por la gracia de Dios Cardenal de la iglesia del bienaventurado Santiago, lo escribí tal como lo encontré en otro escrito que se conserva en el tesoro del bienaventurado Santiago y en su cajón correspondiente, e hice copia y lo aprobé con mi firma.
40.- Gonzalo, notario.