La Federación de Asociaciones Rusas (FAR) que reúne al conjunto de asociaciones que se crearon al inicio y durante la gran emigración, ha difundido un comunicado con motivo del centenario de las revoluciones rusas.
2017
será el año del centenario de las dos revoluciones rusas, la de febrero y la de
octubre. Dos revoluciones que cambiaron el curso del Siglo XX por la
instauración de un poder totalitario con la finalidad de establecer el
comunismo. Este centenario dará, sin duda, paso a análisis a veces divergentes,
tanto en Rusia como en el resto de Europa o en otros continentes.
La
Federación de Asociaciones Rusas (FAR), que agrupa a las asociaciones que
surgieron de la gran emigración rusa de los años 1920, (http://www.far-asso.eu), tiene la obligación
de pronunciarse.
En
memoria y en el nombre de nuestros padres que tuvieron que abandonar
masivamente y contra su voluntad su Patria para dispersarse sobre los cinco
continentes, los miembros de la FAR desean transmitir con fuerza su testimonio legítimo.
En lucha contra la desinformación y el olvido, queremos recordar lo que era la
“Rusia de antes” – un país de antigua civilización, con una economía en plena
expansión – y denunciar la verdadera tragedia que supuso el año 1917 y la
terrible guerra civil que le siguió, en la historia de Rusia y del mundo. En el
nombre de una utópica felicidad de los pueblos, estos meses dramáticos dieron
paso a un poder totalitario que sembró la ruina y la desolación sobre un
gigantesco territorio, sin retroceder ni un momento ante cualquier masacre para
dar vida al pretendido “Hombre nuevo”.
Se
nos presenta una oportunidad histórica de redescubrir una verdad compleja,
mucho tiempo ocultada por la mitología soviética. Los descendientes de aquellos
que fueron llamados “rusos blancos” aprovechan la ocasión para ponerla de
manifiesto. Nada sólido puede ser construido sobre la mentira.
Después
de siglos de monarquías cristianas que regían la vida y la cultura de lo que se
llamó la “Santa Rusia”, se estableció un sistema inspirado en una ideología
revolucionaria y con frecuencia terrorista, nacida en el Siglo XIX. Después de
una fase experimental en Rusia, este sistema se dio por misión la revolución
mundial, tan querida por Lenin y Trotski.
Recordemos
el contexto:
RUSIA, UNA POTENCIA EN
PLENA EXPANSIÓN
·
En
vísperas de la Primera Guerra Mundial, antes de 1917, Rusia era la cuarta economía
del mundo con una tasa de crecimiento cercana al 10%. Su riqueza era estimada
en 120 mil millones de rublos, en comparación con los 130 mil millones de
Francia, 160 mil millones de Alemania y 180 mil millones de Gran Bretaña. La
tasa de crecimiento constatada en esa época llevo a ciertos economistas a
prever para Rusia una situación mejor a partir de los años veinte. Este
desarrollo económico tuvo a su vez importantes avances sociales y en particular
en las fábricas.
·
Entre
1875 y 1914, la población de Rusia se multiplico por dos para llegar a alcanzar
cerca de 180 millones de habitantes, lo que situó a Rusia en el primer puesto
de las grandes potencias.
·
En
materia del derecho de familia, hay que destacar una notable independencia
jurídica de la mujer, y en particular en la capacidad para heredar y la
disposición de sus bienes privativos, ventajas excepcionales para la época.
·
Los
científicos e industriales rusos se sitúan en el origen de numerosos avances en
investigación tanto teórica como aplicada. 1
·
La
expansión y proyección cultural acompañan al desarrollo económico y tienen una difusión sin precedentes. 2
·
Un
manifiesto esfuerzo en materia de escolarización gratuita, obligatoria desde
1908, se tradujo en un aumento considerable de nuevas escuelas en la década
anterior a la Primera Guerra Mundial.
·
En
política exterior la Conferencia de La Haya, reunida por primera vez en 1899
por iniciativa del Emperador Nicolás II, propuso la creación de una liga
internacional para preservar la paz mundial (antecesor de la Sociedad de Naciones
y posteriormente de la Organización de las Naciones Unidas).
UNA GRAN POTENCIA
VULNERABLE
La
abolición de los siervos en 1861 por el Zar Alejandro II no solucionó el
problema del reparto de la tierra. Pese a numerosas reformas, entre otras las
prometedoras iniciadas por el Primer Ministro del Emperador Nicolás II, P.I.
Stolypin, frustradas por su asesinato en 1913, el mundo agrícola en 1914 esta
supeditado a la cuestión de la propiedad de la tierra. La débil instrucción de
los campesinos refuerza la debilidad económica y social del campo ruso que
acoge a casi el 80% de la población rusa.
1 Escuela matemática (N.I. Lobatchevsky, P.L.
Tchebychev, V.V. Harkov, A.M. Liapounov,N.N. Louzine) lámpara incandescente
(patente A.N. Lodyguine 1874, P.N. Yablotchov 1876) soldadura con arco
eléctrico (N.N. Bernados 1882, N.G. Slavianov patente en 1891)radio (A.S.Popov
1895) telégrafo ( C.I. Konstantinov 1848), teléfono (P.M Goloubitzky 1883),
televisión (B.L.. Rosing, patente 1908), química (D.I. Mendelev clasificación
periódica de los elementos 1869) metalurgia y petroquímica (V.G. Chukhov),
submarinos (K.A. Schilder 1834), rompehielos (M. Britnev 1864), aviación (A.F.
Mojarïsky, patente 1881, I.I. Sikorsky, D.P. Grogorovitch 1913) fotografía en
blanco y negro y color (S.M. Prokoudine-Gorsky patente 1905) fotografía aérea
(S.A. Ulianin patente 1910 y giroscopio patente 1915), agronomía (V.V.
Dokoutchaev, S.N. Vinogradsky) biología y medicina (N.I. Pirogov, I.P.Pavlov
premio Nobel 1904, I.I. Metchnikov premio Nobel 1908)……
2
Música
(A.N. Scriabine, A.K Glazounov, S.V. Rachmaninov, I.F.Stravinsky, F.I.
Chaliapin, V.V. Andreïev…) danza (V.F Nijinsky, A.M. Pavlova, S.P. Diaghilev),
poesía y literatura (A.P.Tchekov, L..N. Tolstoi, A.A. Blok, C.D. Balmont, L.N.
Andreev, M. Gorka, I.A Bounine), teatro (C.S. Stalinavsky), iconos (D.S.
Stellestsky) pintura y arte decorativas (I.E. Grabar, V.M. Vasnetsov, M.N.
Nesterov, I.E.Repine, I.I. Bilibine, P.A. Maliavine, V.A. Serov, I.I. Levitan,
M.A. Vroubel, L.S. Bakst, A.N. Veníos, C.A. Korovine, M.V. Doboujinsky).
Durante el Siglo XIX, los
movimientos revolucionarios se suceden los unos a los otros con aproximaciones
y determinaciones varias (decembristas, Herzen, Bakunin…). Pese al fracaso de
la revolución de 1905, el poder imperial tiene enormes dificultades para dar
soluciones al malestar social y político reinante, lo que debilita su
autoridad.
LA
REVOLUCIÓN DE 1917 FAVORECIDA POR LA PRIMERA GUERRA MUNDIAL
Al igual que sus aliados, Rusia se
involucra plenamente en la Primera Guerra Mundial. En 1914, para salvar Paris
de la ocupación alemana en el frente de la Marne, Rusia lanza una ofensiva en
el Este sacrificando sus Regimientos de élite (entre otros los Regimientos de
la Guardia Imperial) en las marismas de la Prusia oriental. Esta ofensiva y la
llevada a cabo en 1916, asistida con el envío de un Cuerpo Expedicionario en
Francia y Salónica, fueron objeto de reconocimiento por el mariscal Foch que
dijo:” Si Francia no ha desaparecido de la faz de la tierra, se lo debemos ante
todo a Rusia….”. En el ámbito militar, el frente se encontraba estabilizado en
toda su extensión, con la perspectiva de una gran ofensiva prevista para la
primavera de 1917. Pero la guerra llega a un punto muerto y se vuelve
impopular, como sucederá en todos los frentes occidentales. El cansancio
profundo de los soldados se ve acentuado por una propaganda eficaz en el frente
y en la retaguardia. Desde 1905, bajo la apariencia de una autocracia de
derecho divino, el poder imperial se acompaña de un sistema legislativo (la
Duma) que no es otra cosa que el embrión de una monarquía constitucional,
beneficiado a menudo de un contrapoder de hecho. La guerra incrementó aún más
el peso de la burocracia, así como el de los generales cuyos cometidos pasan a
desempeñar un primer plano por el hecho de las hostilidades. La desorganización
de los abastecimientos de las grandes ciudades y una constante e intensa
desinformación, apoyada en muchas ocasiones desde el extranjero, agravan la
situación.
En febrero de 1917, aprovechándose
de los movimientos populares en San Petersburgo (Petrogrado), algunos líderes
políticos y la mayoría de los generales que mandaban en el Estado Mayor del
frente ruso fuerzan a Nicolás II a abdicar. El Zar y su familia son recluidos. El
gobierno provisional que nace de esta abdicación se fija dos objetivos:
proseguir la guerra y la organización de elecciones para la formación de una
Asamblea Constituyente.
La desorganización del país
y la debilidad del gobierno provisional no permiten la celebración de estas
elecciones antes de noviembre de 1917, mientras tanto la propaganda llevada a
cabo por los bolcheviques desagrega el frente. Alemania sostiene
financieramente a los revolucionarios más activos y facilita la vuelta de Lenin
a Rusia en el famoso “vagón blindado”. La Asamblea constituyente elegida a
finales de 1917 es arrasada por los bolcheviques que se hacen
con el poder por el golpe de estado de octubre, a lo que posteriormente el
poder soviético llamará “la gran revolución de octubre”.
Los bolcheviques dirigidos por Lenin
firman inmediatamente una paz separada con Alemania, con absoluto desprecio de
los acuerdos vigentes con los Aliados. Este acto unilateral aniquila los
sacrificios del Imperio Ruso, aceptados por la fidelidad a la palabra dada. El
tratado de Brest-Livosk (3 de marzo de 1918) supone la pérdida de 800.000km2,
del 75% de la producción de carbón y de hierro, del 32% de la producción
agrícola y el 23% de la producción industrial.
Bajo el férreo mandato de Lenin los
bolcheviques, pese a ser una minoría en el país, instalan un sistema
dictatorial. Este último se apoyará en el terror y las masacres indiscriminadas
de “los enemigos de clase” (nobleza, eclesiásticos, burguesía, campesinos
acomodados, militares, emprendedores…); la Familia Imperial será salvajemente asesinada
en julio de 1918.
Convertido ya en soviético, este
régimen perdurará durante cerca de siete décadas, y en particular durante los
horrorosos años de la época estaliniana. Se hará de todo para hacer desaparecer
los valores y tradiciones religiosas, morales y culturales tan ricas en el
aspecto espiritual. Desde los años 1920, la Emigración Rusa en el exilio ha
procurado preservar todos estos valores fundamentales de Rusia, transmitidos de
generación en generación dentro del espíritu de la frase tan querida por Iván
Bounine, Premio Nóbel:” No estamos en el exilio, estamos en misión”.
Para concluir, 1917 parece como una
ruptura fundamental, engendrando después del mes de octubre, un largo periodo
liberticida. Sus inconmensurables consecuencias afectarán trágicamente el curso
de la historia de Rusia a lo largo de todo el Siglo XX, privándola
particularmente de una gran parte de sus élites.
Y sin embargo, en el contexto
histórico, esta tragedia no impedirá la contribución de Rusia y de su pueblo al
desarrollo cultural, moral y espiritual de la humanidad.
Es por ello, por lo que el recuerdo
del año 1917, nos impone un deber de testimonio y de memoria. Cien años
después, el espíritu de justicia y la búsqueda de la verdad deben llevarnos a
una condena oficial del bolchevismo y de todas sus consecuencias.
FEDERACION
DE ASOCIACIONES RUSAS