Desde nuestra
Asociación, hemos denunciado en diversas ocasiones el deplorable estado en que
se encuentran innumerables castillos a lo largo y ancho de la Comunidad Autónoma
de Castilla y León, y de la provincia de Palencia en particular. Partiendo de
la premisa de que el castillo es el símbolo histórico de nuestra tierra, marcando
su carácter, nos parece especialmente grave esta dejadez por parte de la
autoridades a la hora de acometer, no ya su completa restauración, si no cuanto
menos un mínimo esfuerzo en mantener las edificaciones todavía existentes.
De todos los
castillos abandonados que podríamos hablar,
se nos antoja como el más grave el de la vieja fortaleza de la localidad
palentina de Saldaña. Dicho castillo, conocido como el de los “Duques del
Infantado”, fue declarado “Bien de interés cultural” en el ya lejano 22 de
abril de 1949, y desde entonces, su situación ha empeorado tanto, que hoy no es
más que una penosa ruina. Es urgente salvar lo que queda de él.
El castillo de
Saldaña, es Historia viva de nuestra nación, pues su origen se remonta nada
menos que al siglo VI, cuando reinando Leovigildo se construyó allí una
fortaleza, posiblemente sobre los restos de un castro celtíbero, desde la que
controlar a cántabros y vascones. El propio Rey visigodo emitió moneda desde
sus muros con el lema “Leovigildus Rex Saldania Justis”. Así se mantuvo la
situación hasta que con la conquista musulmana de la Hispania Goda , se estableció en
la fortaleza saldañesa una guarnición sarracena de forma permanente.
Probablemente en el
año 754, el rey Alfonso I de Asturias reconquista el castillo para la Cristiandad. Pero
en su política de “tierra quemada”, consistente en dejar yermo todo el
territorio que discurre entre las montañas cántabro-astures y el río Duero,
abandona el lugar, que ya no sería repoblado hasta que en el tiempo del rey
Ramiro II de León, se establece el Condado de Saldaña como bastión sur del
Reino, quedando a su cargo la familia de los Banu Gómez, siendo el conde Diego
Muñoz el primero de esa estirpe de nobles palentinos en abitar sus muros. La
actual estructura del edificio, si es que podemos hablar de estructura con lo
que queda, se remonta al siglo X, pues los Banu Gómez tuvieron que reconstruir sus
muros casi por completo tras ser arrasado en 995 por el caudillo moro Almánzor.
Hasta llegar al
momento actual, el castillo fue también sede de la “Merindad de Castilla”
durante los siglos XI al XIII; del “Señorío de Alburquerque” hasta el siglo XIV;
y a partir de ahí de la familia de los Mendoza, a la sazón “Marqueses de
Santillana” y “Duques del Infantado”. La fortaleza quedó semi-abandonada a
partir del siglo XVIII, como tantos otros castillos al no ser ya compatible con
los tiempos modernos. Pero no ha sido hasta bien entrado el siglo XX cuando la
ruina ha hecho verdadera mella en sus viejo e históricos muros. Contaba un
viajero francés del siglo XIX que “Hay en
Saldaña una fortaleza con dos torres grandes y en medio de ellas una casa de
buen edificio cercada de barbacana y muralla fuerte aunque la antigüedad la
tiene ya inhabitable”.
Como hemos dicho
siempre, y esperando que sirva para meditar y buscar soluciones, un Pueblo que
no cuida y transmite convenientemente su patrimonio y tradiciones, es un Pueblo
sin futuro.
3/01/2014
Luis Carlón Sjovall
A.C.T. Fernando III el Santo
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