Proclamación Fernando III el Santo en Autillo de Campos (Capítulo 4)


PROCLAMACIÓN Y DESENLACE

El trece de junio de 1217 llegaba el infante Fernando a Autillo para reunirse con su madre, y al día siguiente, sin pérdida de tiempo, y con la presencia de los obispos Don Mauricio de Burgos y Don Tello de Palencia, además de la nobleza y pueblo leal a la infanta, se produjo la Proclamación de Doña Berenguela como Reina de Castilla bajo un olmo y junto a la ermita que se encontraba extramuros. E inmediatamente, como bien sabemos por aquí, allí mismo la ya Reina procedió a colocar la Corona a su hijo Don Fernando, quedando de esta manera proclamados madre e hijo como Reyes de Castilla aquel glorioso 14 de junio de 1217, en este mismo sitio de Autillo.

Placa en Autillo colocada en el lugar aproximado donde se produjo la Proclamación
Tras la Proclamación, y a sabiendas de la retirada de los Lara, la Comitiva Real comenzó partiendo de Palencia, donde se les unieron numerosos caballeros, un periplo por tierras de Castilla solicitando lealtad a los nuevos Reyes. Por su parte, el conde Don Álvaro acudió a León a pedir ayuda a Alfonso IX, ofreciéndole la Corona castellana, solicitud que este aceptó. Enterada de esta circunstancia, Doña Berenguela decidió acudir a la leal ciudad de Valladolid, desde donde reclamó la presencia en la capital del Pisuerga de los nobles y prelados de todos los rincones del Reino. En pocos días se reunieron las Cortes del Reino en Valladolid con el fin de confirmar la Coronación. Era, según la “Crónica Latina”, el dos de julio de 1217, cuando en la iglesia de Santa María, sita en la antigua Plaza del Mercado,  fue coronado San Fernando como Rey de Castilla, siendo su madre Doña Berenguela y su hermano Don Alfonso los primeros en besar su mano.

Placa conmemorativa de la Coronación colocada en el VII Centenario en la Plaza Mayor de Valladolid
Pronto comenzaron los problemas, pues ese mismo día el rey de León se instalaba en la localidad de Arroyo, junto a Valladolid, con la intención de hacerse con el Reino. Mandó Doña Berenguela a los obispos Don Mauricio de Burgos y Don Domingo de Ávila rogándole que regresase a su tierra, y no reclamase la Corona de su propio hijo; más el leonés desoyó el ruego, y colocó sus mesnadas en Laguna con intención de atacar. Fue entonces cuando, según nos cuenta la “Crónica Portuguesa”, el propio San Fernando envió por medio del obispo Don Tello Téllez el siguiente mensaje a su padre: “que no fatigase, más sus pueblos, ni les ocasionase mayores males; qué debía agradecer a la reina haber dado a un hijo suyo un Reino, y tal Reino que había causado a León grandes daños; y que de allí en adelante no le vendría de él sino mucha ayuda”.. Ante tales palabras de su propio hijo, Don Alfonso recapacitó, y regresó con sus tropas a León.

Pendón de la Corona de Castilla utilizado por San Fernando (Catedral de Sevilla)
No se llegó aún a la paz en el Reino, pues durante más de un año los Lara continuaron combatiendo a sus propios reyes, hasta que agotados, y con casi todas sus tierras perdidas, acabaron exiliándose en León. Aún así, desde León continuaron combatiendo por medio de razias en la Tierra de Campos, hasta que en una de estas aventuras, quedó malherido Don Álvaro. Fue llevado por sus hermanos hasta Toro, donde al poco le llegó la muerte. Sus hermanos Don Fernando y Don Gonzalo de Lara acabaron sus días uno al servicio del Rey de León como mayordomo y el otro en Marruecos como soldado de fortuna.

Fronteras aproximadas de los Reinos de España desde la llegada de San Fernando al trono de Castilla, hasta su muerte
Nunca más mientras San Fernando reinó hubo disputas en Castilla, ni se combatió a príncipe cristiano. Así, tras la pacificación del Reino comenzó de facto el irrepetible reinado de San Fernando, durante el cual, y como simple ejemplo de sus logros, se unieron definitivamente las coronas de León y Castilla cuando a la muerte de su padre, en 1230, heredó el Santo Rey el trono leonés; y sin olvidar sus conquistas para la Cristiandad de los reinos musulmanes de Córdoba, Murcia, Jaén y Sevilla, continuando así el sueño de su abuelo… Pero todo eso ya es otra historia…

23/04/2016 (Autillo de Campos)
Luis Carlón Sjovall
A.C.T. Fernando III el Santo

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Le agradecemos sus comentarios siempre que sean constructivos y respetuosos. De no ser así, los comentarios serán eliminados.