Berenguela Alfónsez nació el 1 de junio de 1180 en Segovia. Hija primogénita de Alfonso VIII de Castilla y de Leonor Plantagenet y, por lo tanto, nieta de la grande Leonor de Aquitania. En su infancia, y para que su tío Ricardo Corazón de León, rey de Inglaterra, lograra aliarse con el poderoso emperador germánico Federico I Barbarroja, fue desposada (1188) con Conrado, duque de Rothenburg, quinto hijo del emperador. Pero el matrimonio fue anulado ese mismo año. Años más tarde, en 1197, en la ciudad de Valladolid, Berenguela se casó con el rey de León, Alfonso IX, naciendo de este matrimonio cinco hijos: *Berenguela (1198 - 1235), casada con Juan de Brienne, rey-regente de Jerusalén. *Constanza (1200 - 1242), monja en el monasterio de las Huelgas. *Fernando III el Santo (1201 - 1252) *Leonor (1202). *Alfonso de Molina (1203 - 1272), Señor de Molina y Mesa. Pero el Papa Inocencio III, de distinto parecer que Celestino III, que lo había permitido, se empeñó en anular el matrimonio alegando el parentesco de los cónyuges –Berenguela era sobrina de su esposo Alfonso IX–. Finalmente, disuelto el lazo matrimonial en 1204, Berenguela regresa a Castilla al lado de sus padres. Al morir Alfonso VIII en 1214, heredó la corona el joven príncipe Enrique –tercer hijo varón del difunto rey y único superviviente– a los 10 años de edad bajo la regencia de su madre, quien duró exactamente 24 días hasta su muerte, y luego bajo la de su hermana Berenguela. Comenzaron entonces los disturbios internos de la nobleza, ocasionados principalmente por la familia de los Lara. Berenguela accede entonces a cederles la tutoría del rey para así evitar una serie de conflictos, pero surgen entonces protestas y desavenencias por parte de otros miembros de la nobleza que no están de acuerdo con la nueva tutoría. El asunto se resuelve al encontrar el pequeño Enrique la muerte de manera accidental: cuando se encontraba jugando con otros niños, una teja fue a parar de manera fortuita a su cabeza y le mató en el instante. Al morir el pequeño Enrique I, pasó la corona de Castilla a su hermana Berenguela, en el año 1217 y en el acto de proclamación, renunció al trono en favor de su hijo Fernando, habido con Alfonso IX. Fue entonces cuando este rey de León comenzó a ocasionar problemas pues ambicionaba también la corona de Castilla. Fue ayudado por la familia de los Lara, siempre dispuesta a los enfrentamientos y llegó a entrar en Castilla en son de guerra, pero fueron rechazados por Fernando, por la mayoría de las ciudades, por el clero y por gran parte de la nobleza. El rey Fernando venció y obligó a los Lara a huir a tierras musulmanas, donde se dice que el cabecilla murió miserablemente. En 1230 murió Alfonso IX de León, quien quiso que le sucediera una de las dos hijas de su primer matrimonio con Teresa de Portugal: Sancha y Dulce. Pero Berenguela supo manejar el asunto de la herencia con gran inteligencia y maestría y, ayudada por el clero, la nobleza e incluso por la madre de las infantas, Teresa, consiguió que éstas renunciaran al trono en favor de su hermano Fernando a cambio de una sustanciosa cantidad de dinero y otras ventajas. Es lo que se llamó Tratado de las Tercerías. De ese modo se unieron para siempre León y Castilla en la persona de Fernando III el Santo. Doña Berenguela falleció en el Real Monasterio de las Huelgas (Burgos) el 8 de noviembre de 1246.
2 comentarios:
os felicito por vuestro blog y ánimo con vuestros valores.
saludos
Muchas gracias, David. Ya sabes que eres bienvenido a participar y a comentar cuanto consideres de tu interés en este blog.
Un saludo.
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