Espada Lobera: ¿El huevo o la gallina?



  Nuevamente, y por décimo-primera vez desde que en 1978 se inauguró el actual sistema político en España nos encontramos con que tenemos nuevos diputados en Cortes. La fiesta de la Democracia habló, y el Pueblo estará presente en el Parlamento, representado por los partidos políticos que salieron elegidos en las Elecciones Generales del 20-D. Ahora toca que los diferentes grupos políticos que se encuentran representados en el Congreso de los Diputados, se pongan de acuerdo en la búsqueda de un gobierno estable que asegure la estabilidad necesaria.

  Dicho así, alguno pensará que me he vuelto loco, o que me he pasado al bando de los malvados. Pero tranquilos, aseguro que no es así, simplemente creo que mi exposición inicial, se basa en la visión de la mayoría de nuestros compatriotas, -¿de verdad no vemos representados a nuestros compatriotas en los partidos presentes en el hemiciclo? Yo en verdad pienso que tanto el pueblo, como asimismo la mayoría de los políticos, creen verdaderamente en ello. Lo que ocurre, es que ni ser mayoría, ni creer ciegamente en algo, son en absoluto garantías de razón, verdad y justicia. Y ese, al fin y al cabo es el gran problema de los sistemas democráticos pos-revolucionarios que en el mundo occidental conocemos; que su fuerza se asienta en una gran y asquerosa mentira.

  Hay un hecho objetivo irrefutable, y es que el nivel de los representantes en cortes, disminuye desde hace décadas inexorablemente en calidad intelectual, estética y moral, legislatura tras legislatura, y sin ápice de tener pinta de reversibilidad. Entonces, podemos decir nosotros, como manifiestan los hipócritas que se autodenominan de derechas e izquierdas, ¿que los políticos están afuera de la realidad social? Yo aseguro rotundamente que NO, y que son tan hijos de esta sociedad como cualquiera de sus votantes. El político actual, salvo raras excepciones, no proviene de una casta o jerarquía gobernante.; viene del pueblo, y por eso al igual que el pueblo vive en una constante búsqueda de la mediocridad. Por lo tanto, el político sencillamente es el fiel representante del ciudadano en la conquista de ese objetivo. Así que, como responder ¿qué fue antes, el huevo o la gallina? No tiene respuesta, en el caso que nos ocupa, ¿qué fue antes, el votante, o el político? Tampoco la tiene, pues son la misma cosa. Siento el disgusto, pero en honor a la verdad tengo que recordar que la verdadera casta gobernante no se presenta a elecciones.

  Y esto, que es dramático para pueblos y naciones, es así, no porque ciudadanos y políticos hayan decidido libremente aceptar esta situación legal y social libremente, sino porque ambos son dirigidos por entes internacionales mucho más poderosos, que con la engañifa de la democracia y la libertad hacen y deshacen a su gusto y beneficio. Lo cual  no quita que los políticos que llegan a cargos ejecutivos de altura e importancia, sean iniciados convenientemente en el verdadero “modus operandis” del sistema.

  De verdad, no nos engañemos. El verdadero problema no son los partidos, somos nosotros con nuestra falta de lealtad la Verdad. Y por ello, solo por ello, el sistema ha llegado a tal grado de putrefacción tras siglos de “ingeniería social” que ni siquiera necesita manipular los resultados electorales, pues con dirigirlos como el pastor lo hace con el rebaño, es más que suficiente. Y es que en verdad no hay peor libertad, que la que te regala tú enemigo..

14/01/2016
Luis Carlón Sjovall
A.C.T. Fernando III el Santo

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