Desde la propia fundación de la
ACT Fernando III el Santo, hemos venido
reclamando a quien nos quisiera escuchar, y parece que va cuajando, la
necesidad de que la Comunidad Autónoma
de Castilla y León, heredera artificial y mutilada de la vieja Corona de Castilla -por obra y gracia de la Constitución
del setenta y ocho- tenga una festividad acorde con su gloriosa Historia, y en
la que puedan sentirse representados con orgullo la mayoría de los
castellano-leoneses.
Por ello, entendemos que siendo el Rey Fernando III el Santo
quien unificó los primigenios reinos de León y de Castilla bajo una misma
Corona, su festividad, el treinta de mayo, es la fecha más apropiada para conmemorar los lazos históricos
que nos unen a los castellanos y leoneses desde hace ya casi ocho siglos.
Además, y puesto que todos los años hay mal entendidos con
nuestra postura, aclaramos para quienes opinen que criticamos la Historia y Derechos de
Castilla sin razón, al pedir la no conmemoración del 23 de abril en Villalar, que
en este caso no discutimos las razones que en su día tuvieron los “comuneros” para
levantarse ante su Rey, sino la manipulación que de los hechos acaecidos en el
S. XVI se ha perpetrado en época contemporánea. Tampoco decimos que quien
quiera celebrar ese día no lo haga, pero nunca imponiendo a todos los
castellano-leoneses la obligación de unirse a dicha fecha, con la que tantos, se sienten tan
poco identificados.
MANIFIESTO
Villalar no es nuestra fiesta
Vemos con interés y cierto orgullo como va fraguando en distintos ámbitos de nuestra tierra castellano y leonesa la propuesta de nuestra Asociación, en la que pedimos desde hace años que la festividad de San Fernando, sea también la de la Comunidad Autónoma de Castilla y León. Y es que no es de recibo, que la derrota de una parte de la nobleza castellana en el S. XVI durante la llamada “Guerra de las Comunidades”, -levantamiento que el romanticismo del S. XIX ensalzó al estilo de los falsos mitos del nacionalismo vasco y catalán- y que al igual que en esas tierras ha sido reivindicado por los sectores más de extrema izquierda a partir de los años setenta del pasado siglo, pase por ser el día grande de Castilla y León. Este día no une, sino que separa, por mucho que se empeñen los políticos en vendernos una fiesta que año tras año manifiesta ser un absoluto fracaso, demostrado en el desinterés general que por esta fiesta sienten la mayoría de los castellano-leoneses. Sin duda, no hay mejor fecha para recordar nuestra Historia y sentirnos orgullosos de nuestra querida tierra que el 30 de mayo, día de San Fernando, rememorando así al más noble hijo de esta tierra, que unió a los Reinos de Castilla y de León bajo la misma corona para siempre, en el ya lejano año de 1230.
A.C.T. Fernando III el Santo
Amigos, está muy bien, pero Castilla la Vieja y León son dos regiones distintas que no tienen por que administrarse de manera conjunta. San Fernando no sólo unificó la región de Castilla la Vieja con la Región de León, sino que unificó también Galicia, Asturias, Castilla la Nueva, Extremadura y Andalucía. Por esta razón, San Fernando no debería ser el día de "Castilla y León" como Santiago no debería ser el día de Galicia, ya que son santos que contribuyeron a la grandeza de toda España y a los que todos los españoles de bien debemos honrar.
ResponderEliminarEsto es lo que he publicado en mi perfil de Facebook:
ResponderEliminarYo no celebro el 23 de abril como día de Castilla y León, sino el 30 de Mayo día de S. Fernando (Fernando III "El Santo"), Rey que en 1230 unificó ambos Reinos. Una pequeña lección de historia:
"En 1980 el insigne historiador Claudio Sánchez Albornoz habló de los 750 años de historia fraterna y unida de Castilla y León. En efecto, la unión de los dos Reinos tuvo lugar en 1230, una vez que Fernando III, Rey de Castilla desde 1217, pudo ceñir también la Corona Leonesa, al renunciar en Él sus derechos sus hermanastras Sancha y Dulce, hijas a su vez, como el propio Fernando, de Alfonso IX." "...el término utilizado por Sánchez Albornoz para referirse a esta unión: fraternidad. No es por ello sorprendente que la fecha de 1230 haya quedado fuertemente impresa en la memoria colectiva de las gentes de Castilla y León." (Los orígenes históricos de Castilla y León, pag. 53. Julio Valdeón Baruque, Ámbito ed. Fundación Villalar)
Sin embargo los actuales políticos acomplejados y las ignorantes izquierdas han hecho que la gente se olvide o no sepa de esta realidad. Villalar sólo representa una derrota de unos Nobles Señores castellanos que no querían renunciar a sus privilegios feudales y se enfrentaron al nieto de los Reyes Católicos quien llegaría a ser uno los mejores y más grandes Reyes de España el Emperador Carlos I, padre además de otro grande, Felipe II.