Desde la A.C.T. Fernando III el Santo mostramos nuestra
repulsa e indignación ante las cartas enviadas recientemente por el Ayuntamiento de Palencia
a los propietarios de edificios y presidentes de comunidades de vecinos,
instando a la retirada -¡por ellos mismos!- de las placas que en los edificios de la capital palentina mantienen el símbolo del Ministerio de la Vivienda, vigente aun cuando fueron
promovidos y beneficiados dichos edificios con ayudas públicas estatales. No
entendemos, al igual que numerosos palentinos que se han acercado hasta nosotros
quejándose de la petición del Ayuntamiento, que dichas placas supongan ninguna
exaltación del periodo histórico denominado como “franquismo”. Este nuevo acto
de despotismo político, se une a la ignominiosa retirada de calles dedicadas a
personalidades tan significativos para Palencia como puedan ser por ejemplo:
Obispo Manuel González, Ricardo Cortes o Abilio Calderón; llegándose al
despropósito de calificar como “franquista” la calle dedicada a Santa María de
la Cabeza, quien también contaba con un reconocimiento en nuestra ciudad.
Entendemos por tanto, que calificar tanto a las placas del Ministerio de la
Vivienda, como a las personalidades anteriormente citadas, como “franquistas”,
sobrepasa con mucho la Ley de Memoria Histórica vigente.
Entendemos que el Partido Popular ha tenido el tiempo
suficiente para derogar -como anunció en su programa electoral de 2011-, o cuanto
menos reformar de manera proporcionada, la Ley de Memoria Histórica aprobada
por el Gobierno del socialista José Luis Rodríguez Zapatero. Por el contrario,
y entendiendo que en el caso de Palencia muchas de las placas retiradas exceden lo estipulado en la
Ley, no nos queda más que corroborar que es el propio Partido Popular quien
está propiciando con su inacción estas ejecuciones políticas de corte
revanchista, que pretenden borrar, cual talibanes, parte de la Historia de
nuestra nación. Si se continúa por este camino, suponemos que lo próximo será derribar
las construcciones erigidas durante dicho periodo, así como negar a sus poseedores
los títulos académicos y distinciones públicas recibidas. Lo dicho, un sin
sentido que recuerda lo ocurrido en nuestra ciudad durante el lamentable Sexenio
Revolucionario, tiempo en el cual –entre otras muchas barbaridades- se derribó la
muralla de la ciudad, aludiendo a su presunto carácter reaccionario y anti-progresista.
Creemos que la Ley de Memoria Histórica, -sin entrar a
valorar en profundidad su marcado carácter ideológico- es un peligroso foco de discordia entre
españoles, que en su mayor parte nada tuvieron que ver con ese momento histórico;
y que no es menos cierto, que la reciente petición del Ayuntamiento, puede crear
innecesarios conflictos y desavenencias entre vecinos. Desde nuestra
Asociación, instamos a aquellos vecinos que así lo consideren, a ponerse en
contacto con nosotros antes de retirar las placas, para así ser informados de diferentes
gabinetes jurídicos que les informarán de sus derechos de forma altruista.
Entendiendo que nos encontramos ante un grave momento de
ideologización y deformación de la Historia, y aceptando que el asunto que
denunciamos pueda ser controvertido; aprovechamos para recordar que la A.C.T.
Fernando III el Santo es un colectivo que actúa siempre con absoluta libertad, sin rendir vasallaje a ningún partido político, ni ideología concreta. Nuestro
propósito es estrictamente la defensa y difusión de la fe, cultura y unidad
propias de nuestra tierra, arropados por la lealtad a los principios de la tradición católica.
Está clarísimo por qué quieren retirar esas placas. Los ponen en evidencia. Les hacen ver que en aquella época se construían viviendas y no había gente durmiendo en la calle como ahora.
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